El consejero de Interior, Miquel Buch, ha denunciado casos de pillaje en tres comercios de Barcelona en las sexta noche de vandalismo de los radicales, que se saldó con cinco policía heridos frente a los 96 de la noche anterior. El consejero asegura que, gracias a la acción de preventiva de los Mossos y el cordón pacífico de catalanes, la virulencia bajó en intensidad.
Ayer, tras la concentración en la plaza Urquinaona, los asistentes se dividieron en dos grupos, uno, el más grande, se desplazó hacia el Palacio de Justicia, donde no hubo incidentes.
Otro grupo de personas no se dispersó y se quedó en la plaza Urquinanoa, donde a partir de las 11, comenzaron a producirse incidentes. A la 1 de la madrugada hubo barricadas e incidentes. Unas 150 personas fueron hacia la plaza Cataluña y cometieron actos vandálicos, incendios y barricadas hasta las 3 de la madrugada, en el entorno de Ramblas y Via Laietana.
Actuación preventiva de Mossos
El consejero ha destacaco el hecho de que los Mossos actuaran de forma preventiva, revisando mochilas antes de la manifestación, pues encontraron objetos para generar incidentes. Esta labor, unida al cordón que un número de personas estableció entre los violentos y la policía para evitar más incidentes, contribuyó a que la sexta noche no fuera tan vurulenta. Lo demuestra, según Buch, que cinco policias resultaran heridos, frente a los 96 del día anterior.
"Es una muestra más de implicación del pueblo catalán en la no violencia, la otra cara de los grupos violentos y organizados".