El president Quim Torra tiene un problema, que admite por primera vez. Sus incitaciones a las protestas en la calle, para “denunciar” la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O, chocan con el obligado apoyo a los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica que dirige el departamento de Interior, con Miquel Buch al frente. “Hay contradicciones”, ha señalado de forma lacónica Torra en un encuentro con los corresponsales de medios internacionales.
Quim Torra habla con los medios internacionales sobre la sentencia del ‘procés’
Torra es consciente de que, ahora sí, el Govern de la Generalitat debe tomar decisiones. Las protestas en la calle, si se extralimitan o pretenden paralizar infraestructuras clave, serán contestadas por los Mossos d’Esquadra. Ocurrió en la noche de este lunes, en el aeropuerto del Prat. Los Mossos procedieron con cargas contra los manifestantes para proteger las instalaciones, en una acción, por parte de los independentistas, que pretendía evocar lo sucedido en Hong Kong.
Dos líneas de defensa
Torra no ha tenido más remedio que asumir esas “contradicciones”, que se ilustran en dos figuras: la suya propia y la del consejero Buch. En la comparecencia ante la prensa internacional, Torra ha señalado que los Mossos tratan de actuar “en dos líneas, con el objeto de garantizar las protestas, pero también la seguridad”.
Pero Torra no quiere renunciar a su papel de activista. Solo, con problemas graves en el interior del Govern, con Esquerra intentando aplacar sus desmanes, pero también otros miembros de Junts per Catalunya, Torra ha asegurado que los Mossos deben actuar a partir de la “mediación”, y que siempre deben trabajar con “proporcionalidad”.
"Mediación y proporcionalidad"
Lo que ocurre es que Torra no puede digerir las críticas de la CUP o de los Comuns sobre la actuación de los Mossos, y señala ahora que se abrirán “investigaciones si se saltan los protocolos”. La posición del presidente de la Generalitat ha llegado a un límite: “Debemos trabajar en las dos vías: mediación y proporcionalidad, y al mismo tiempo seguridad general”, porque es “lógico” que se produzcan protestas contra la sentencia”.
Esas contradicciones se irán ensanchando en los próximos días, a no ser que el mismo Torra tome una decisión: o permanecer al lado de Buch o cesar al consejero de Interior.