Los sindicatos catalanes escenificarán el mediodía de este lunes su rechazo a la condena del Tribunal Supremo a los políticos que participaron en la organización del 1-O. La lectura de un manifiesto con otro centenar de entidades será el primer paso a una oleada de reacciones en las que se incluyen movilizaciones contra la “judicialización de la política” en Cataluña.
CCOO y UGT negocian con organizaciones sociales como la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña (Ufec), la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña (Confavc) o Unió de Pagesos el sentido exacto de las reacciones que deben tomarse. Se aplica la máxima de que sean ponderadas y no se tomen posiciones partidistas.
ANC se desmarca del manifiesto
Todo ello se vehiculará a través de un nuevo espacio llamado Por los derechos y las libertades que también cuenta con el apoyo de Òmnium Cultural. A diferencia de ocasiones anteriores, la ANC no se ha unido a la reacción de las entidades sociales y sindicatos. Esta distancia estaría relacionada con la demanda de que el texto no se convierta en otra reclamación del independentismo. Es decir, que se quede únicamente en el rechazo a la “judicialización de la política” en Cataluña.
Cabe tener en cuenta que en los últimos días las organizaciones económicas catalanas han hecho llamamientos a la cohesión social que es necesaria preservar en Cataluña tras conocer la condena del Supremo. Cuestión que choca con las reivindicaciones de los independentistas más radicales que piden bloquear el territorio.
Manifiesto de UGT
Además de unirse a las declaraciones y reacciones unitarias de la llamada sociedad civil de base no política, UGT de Cataluña ha publicado un manifiesto propio en el que explicita el apoyo de la organización a la exconsejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Dolors Bassa. “Estamos a tu lado y queremos que estés en libertad, te queremos con nosotros y en casa rodeada de la gente que te quiere”, afirma en la declaración en que recuerda a su líder en Girona que pasó a las filas de ERC.
La 'exconsellera' Dolors Bassa, en el juicio del 'procés' / EFE
En cuanto a la condena, señala que significa la “culminación de la judicialización de un conflicto político” que empeora con el encarcelamiento confirmado. Asegura que se ha puesto en cuestión “de nuevo las libertades de expresión y manifestación” que se han defendido desde el sindicato y hace una analogía con las protestas contra la sentencia de La Manada o de las protestas por las cláusulas suelo.
Diálogo y erradicar la precariedad
Concluye que es necesario “construir alianzas y tender puentes” para encontrar una solución política para Cataluña. Hablan de “diálogo y negociación” entre todos los partidos y especialmente entre el Gobierno catalán y el español y la búsqueda de una “solución política inmediata a la situación de cárcel”, una mención velada a la amnistía a la que ya ha hecho referencia explícita el presidente de la Generalitat, Quim Torra.
Con todo, también recuerda los “graves problemas sociales” que vive Cataluña y exigen la “plena dedicación de los gobiernos” con el objetivo de “erradicar la precariedad y las desigualdades”. Exige que se aprueben los presupuestos catalanes y que se conforme un gobierno en España con la mayor celeridad tras los comicios del 10N.