El Síndic de Greuges en funciones, Rafael Ribó, ha anunciado que esta institución analizará la sentencia del Tribunal Supremo sobre el referéndum del 1-O, aunque ha avanzado que la considera "desproporcionada" y "mengua derechos y libertades". En una comparecencia en el Parlament, Ribó ha leído un comunicado en el que avisa de que Cataluña se encuentra en "una grave situación causada por la reiterada falta de diálogo institucional desde hace 15 años y de la incapacidad de resolver cuestiones históricas y políticas".
El procés, ha dicho, "es un hecho político que, aunque tenga respuesta judicial, seguirá siendo político" por lo que cree necesaria "una solución constructiva desde la política, el Parlament, el Gobierno, la Generalitat y toda la sociedad española. Desde sensibilidades diferentes se deberían reconocer los errores cometidos. Es la hora de construir soluciones desde la política".
La Sindicatura analizará la sentencia del 1-O en las próximas semanas. "Desde nuestra institución, cuando nadie hablaba, en abril 2017, presentamos el informe Regresion de derechos y libertades en el Reino de España, en el que se hablaba de la judicialización de la política".
"Respuesta desproporcionada"
La sedición imputada a los condenados "es una respuesta manifiestamente desproporcionada a lo que es una libertad de expresión". Ha recordado que entre los cometidos del Defensor del Pueblo catalán figura "garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos catalanes. Si hay una deriva, sea la ley mordaza o esta sentencia que mengua derechos fundamentales y libertades, saldrá a defenderlos".
Ha recordado a su exadjunto, Jordi Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) quien figura entre los condenados con nueve años de prisión. "Es necesario poner en libertad a los líderes condenados", ha dicho Ribó, quien enviará este comunicado a la comisaria de los Derechos Humanos de la UE, al Consejo de Europa, a la ONU y a toda la comunidad internacional.