Fernando Grande-Marlaska se reserva sus opiniones sobre lo ocurrido en la celebración del día de la patrona de la Guardia Civil en el cuartel de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) este miércoles. El ministro del Interior no ha querido echar más leña al fuego encendido a partir de las declaraciones de Félix Vicente Azón, director general de la Benemérita, y Pedro Garrido, general del mismo cuerpo en Cataluña, y se ha dedicado a reforzar la idea de que existe coordinación y "confianza" entre los cuerpos de seguridad de ámbito nacional y los Mossos d'Esquadra.
El ministro español ha participado en el programa El món a Rac1 y, a pesar de la insistencia del presentador, no ha entrado a valorar las palabras de los altos cargos del instituto armado, que provocaron la marcha de los representantes de los Mossos d'Esquadra en el acto al sentirse "ofendidos" por sus palabras. Hasta cuatro veces ha toreado la pregunta de Jordi Basté mediante referencias a los deberes de los agentes policiales de todo el país.
Alabanza a los Mossos
Grande-Marlaska ha seguido la misma senda iniciada ayer por Teresa Cunillera --quien, tras el desplante, se reunió con los jefes de la policía autonómica y calmó los ánimos-- y ha ornamentado sus palabras con alusiones positivas hacia los Mossos d'Esquadra y sus actuaciones. Entre otras declaraciones, los ha descrito como "un lujo de cuerpo de policía" y ha destacado que su forma de trabajar es "auténticamente profesional" y "ejemplar". Un calificativo --este último-- que también suscribe el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, según ha mencionado Marlaska
Ha destacado, además, su confianza en la adhesión de la policía autonómica catalana a la legalidad, un rasgo que ha hecho extensible a todos los cuerpos policiales del país. "No dudaría de la lealtad a la ley, a la Constitución, al Estatut y al ordenamiento jurídico ni de los Mossos, ni de la Guardia Civil ni de la Policía Nacional", ha subrayado.
Contacto con el Govern
Al ser preguntado si había tenido ocasión de hablar personalmente con los cargos de la Guardia Civil que participaron ayer en el acto o con el consejero catalán de Interior, Miquel Buch, sobre lo ocurrido, Grande-Marlaska ha echado balones fuera al declarar que mantiene conversaciones "con toda la gente que trabaja conmigo con la asiduidad que requieren las circunstancias". Ha preferido continuar con el discurso sobre el trabajo coordinado de mossos, policías nacionales y guardias civiles y ha recordado que "todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado deben garantizar la seguridad, la convivencia y la coordinación entre todos". Rasgos que se dan en este momento, según el político.
"Desde hace un año, desde aquella Junta de Seguridad del 6 septiembre de 2018, la colaboración se ha profundizado en extremos importantes", ha apuntalado Grande-Marlaska, quien considera que "el nivel de confianza entre todos los cuerpos, Consejería [de Interior] y Ministerio [del Interior] es inmejorable, impecable". Asimismo, ha hecho constar su deseo de que tal "grado de confianza y coordinación" se mantenga en el paso de los años.