Los símbolos y eslóganes partidistas desaparecen, poco a poco, de los edificios públicos de Cataluña. Esta vez les ha tocado a los ayuntamientos de Girona y de Lleida, que se han visto obligados a retirar las pancartas a favor de los políticos en prisión de sus balcones, tal como les encomendaron sendas Juntas Electorales de Zona (JEZ).
El primero en hacerlo ha sido el consistorio de Girona, regido por Marta Madrenas (PDeCAT), que ha quitado la tela a primera hora del miércoles. Por su parte, La Paeria la ha retirado --y también el lazo amarillo que la acompañaba-- algo más tarde, sobre las 9.30 horas. Sin embargo, la actuación de ambos ayuntamientos no ha quedado zanjada.
'Juego de pancartas'
La pancarta que era exhibida en el consistorio gerundense pedía la libertad de los "presos políticos", una frase que la institución que vela por el cumplimiento de la Ley Electoral ha calificado en varias ocasiones como partidista. Esta es la razón por la que debía ser retirada y, además, la JEZ se ha asegurado de que no sea sustituida por ninguna otra, ya que en su comunicado hizo una mención genérica para eliminar estos "símbolos y pancartas".
Ante ello, Madrena declaró que no poder colocar un letrero con el lema "Libertad de expresión", como ya ocurrió en un periodo electoral anterior, era una "clara regresión de derechos fundamentales" y que reclamaría a la Junta Electoral que se pronunciara "por escrito" sobre dicha pancarta. "Quiero que me diga si reivindicarla también es hacer un acto ilícito, y llegaremos hasta donde sea necesario para defender este derecho", declaró.
El sindicato 'indepe' entra en el juego
Poco después de que la tela del consistorio de Girona fuera retirado, la sección de la Intersindical-CSC de Girona --el sindicato independentista que prepara un paro de país como respuesta a la sentencia del Supremo-- ha hecho acto de presencia en la plaza. Una quincena de personas ha desplegado una pancarta con las palabras "Libertad presos políticos" y dos lazos amarillos a los extremos ante la entrada del ayuntamiento. El sindicato secesionista ha asegurado que exhibiría diariamente este símbolo partidista durante diez minutos y que "cuando una ley es injusta, la desobediencia es un derecho".
Y aún hay más. Los independentistas han decidido colgar otra pancarta en la plaza, sujeta por un cable que parte de dos edificios cercanos al ayuntamiento: uno de propiedad privada y otro del Obispado de Girona. La tela queda, así, frente al consistorio sin estar colgado de él.
Lleida volverá a colocarla
Por su parte, el alcalde de Girona, Miquel Pueyo, ha declarado que "hoy nos toca acatar" la decisión de la Junta Electoral pero que, tras las elecciones del 10N, la pancarta volverá a ondear en el balcón de La Paeria. "Cuando acabe el período de excepcionalidad por el desarrollo de la campaña electoral volveremos a colocar la pancarta y el lazo", ha asegurado.
Ha recordado que fue el grupo de Ciudadanos en la ciudad quien presentó la denuncia y que el ayuntamiento alegó que era la representación de un sentimiento "compartido" por una gran mayoría de la sociedad del municipio.