El pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha avalado este martes que los estudiantes catalanes puedan hacer la prueba de evaluación final de Educación Primaria en castellano, y no solo en catalán, tal y como defendía la Generalitat. Los padres, madres o tutores legales podrán elegir el idioma en el que se examinen sus hijos.
Hace tres años, la Generalitat recurrió el Real Decreto 1058/2015 sobre estas pruebas de evaluación después de considerar que vulneraba las competencias de Cataluña.
Examinarse en la lengua más cómoda
De este modo, el Tribunal Constitucional admitió a trámite el conflicto de competencia promovido por la Generalitat contra la regulación de estas pruebas establecidas en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada en 2013 por el PP.
Este miércoles, el pleno del TC ha respaldado que los estudiantes realicen las pruebas en el idioma con el que se sientan más cómodos, ya será la lengua castellana “o la lengua cooficial” del territorio en el que viven, y desestima el “conflicto positivo de competencias” presentado por el Govern de la Generalitat en 2016.
Vulneración de la inmersión lingüística
Según argumentó el Govern, en aquel entonces presidido por Carles Puigdemont, el real decreto de las pruebas de evaluación de Primaria invadía su competencia en materia educativa y en materia de lengua propia, y suponía una vulneración del régimen lingüístico de la enseñanza en Cataluña establecida por el Estatut.
El Govern catalán cuestionaba que el real decreto aprobado en 2015 permitiera "la elección por parte de las familias de la lengua, cosa que no es aceptable en la normativa catalana", según criticó la entonces consejera de Enseñanza, Meritxell Ruiz.