La alcaldesa de la CUP en Berga, Montse Venturós, ha decidido obedecer a la Junta Electoral Central y descolgar la estelada de la fachada del Ayuntamiento en periodo electoral.
La decisión contrasta con lo que mantenía hasta ahora la primera edil de Berga, que se enrocaba en la "desobediencia" y que, por ello, fue inhabilitada en 2015 durante seis meses. En aquella ocasión, acabó cediendo la alcaldía y se defendió sin apelar a la desobediencia, sino todo lo contrario: aceptó que la insignie no era la oficial y aseguró que no impidió a los Mossos d'Esquadra su retirada.
Giro en su estrategia
La CUP argumenta este giro en su estrategia por la “ola represiva extraordinaria”. Consideran que la desobediencia aislada de un consistorio “no puede tener el efecto multiplicador deseado”.
El equipo municipal ya ha anunciado que se volverá a colgar la estelada el 11 de noviembre, después de los comicios generales en los que, por primera vez, la CUP concurrirá.