Unas 150 figuras del catalanismo e independentistas escarmentados con el procés se han reunido este sábado en el Palacio del Abad en el Monasterio de Poblet. El encuentro sirve para perfilar un "futuro para Cataluña" que retome la moderación política y supere el actual bloqueo institucional. Para ello, uno de los acuerdos de mínimos entre los asistentes es el de su desmarque de Waterloo.
A primera hora de la mañana, según ha podido saber este medio, dirigentes como Carles Campuzano o Marta Pascal no habían hecho acto de presencia. Se trata de dos de los dirigentes más esperados por su arrepentimiento del procés y su recién apuesta por la legalidad. Con el pasar de la horas, finalmente han asistido en el municipio tarraconense y, junto al resto de personalidades --exmiembros del PSC, dirigentes del PDeCAT y figuras del tejido social y económico--, deliberan para consensuar el documento que sentara las bases de la plataforma cívica El País de demà. Algunos de los que se han dejado captar por las cámaras han sido Joan Aregio, expresidente de la Diputación de Tarragona; Ramon García Bragado, exteniente de alcalde de Urbanismo con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona; o Josep Jordana, expresidente del PDCat del Baix Llobregat
"La independencia es legítima"
El cónclave está formado por independentistas de piedra picada, pero también catalanistas que quieren una Cataluña fuerte dentro de España. El impulsor de la plataforma, Antoni Garrell, ha criticado ante los medios la situación de prisión preventiva de los dirigentes del procés: "Los presos no deberían estar presos y la independencia es legítima a exposición de los catalanes. A partir de aquí que cada uno asuma sus áreas de responsabilidad".
Garrell ha evadido así contestar a la pregunta de si el presidente de la Generalitat, Quim Torra, debería retirar la pancarta sobre los encarcelados como ordena el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Transversalidad
Garrell también ha remarcado que es una iniciativa "transversal, plural ideológicamente" que busca "trabajar para hacer propuestas de cara al país". En este sentido, ha insistido en que sus participantes pueden moverse libremente y discrepar en algunos asuntos. "Cataluña no tiene estado propio, estamos obligados a sumar porque si vamos juntos seguro que podemos cambiar la situación", ha reflexionado.
Al término de la reunión la figura del “contrarelator”, compuesto de seis personas, resumirán las aportaciones.