Los dirigentes independentistas presos esperan con ansiedad la sentencia del Tribunal Supremo. Pero algunos han adoptado una posición de mártir, con el objetivo de convertirse en una especie de iconos para el movimiento soberanista. Se trata de Jordi Cuixart, el presidente de Òmnium Cultural, el único de todos los líderes independentistas que no era, durante los hechos de octubre de 2017, un político profesional. Cuixart ha señalado que tiene la intención de “cumplir íntegramente la pena”, y que cree que podría ser de “14 años”.
Cuixart, en una entrevista en Catalunya Ràdio, desde la prisión de Lledoners, asegura que no hará ningún comentario ni reprochará a nadie que se pueda acoger a un posible indulto, o cualquier otra opción que permita la política penitenciaria. Cuixart ha interiorizado su situación y la vive con cierta normalidad. Y mantiene su máxima que ha servido de latiguillo para un parte del independentismo: “Lo volveremos a hacer”.
Los hechos de octubre de 2017
El presidente de Òmnium fue el protagonista, junto con el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, de la concentración ante el departamento de Economía de la Generalitat hace justo dos años. Por ello, se les acusó de un delito de sedición. Fueron los primeros que ingresaron en la cárcel, y a mediados de octubre cumplirán dos años, el máximo legal de prisión preventiva, lo que obligaría, si no llega la sentencia del Supremo antes, al propio tribunal a justificar una prórroga.
Cuixart sostiene que Òmnium no pedirá ningún indulto. Y que, si llegara otra fórmula, como una “amnistía”, en ese caso “el Estado admitiría públicamente que la condena por los hechos por los cuales hemos sido condenados es injusta”.
"Lo volveremos a hacer"
Cuixart ha asumido un papel de activista por la independencia, desde el “pacifismo”. Y añade en la entrevista que la sentencia no debería suponer ningún freno para el independentismo. Al contrario.
Abriría, a su juicio, un escenario de “lucha antifranquista”. Su posición es contundente: “Responderé como preso político y cumpliré íntegramente la condena”. Lejos de retractarse por lo sucedido, Cuixart quiere mantener el pulso: “La respuesta a la sentencia debe ser un fax al Rey con los nombres de los próximos encarcelados, porque lo volveremos a hacer”.