Quim Torra echa le resto. El presidente de la Generalitat de Cataluña se ha jactado en público y ante un periodista de que juega con la idea de plantar al juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en las vistas en las que se le juzgará por desobediencia los días 25 y 26 de septiembre.

En una entrevista en El Punt Avui TV, el jefe del Ejecutivo autonómico ha dada por hecha la opción de plantar al magistrado. "No ir [al juicio] sería poner de manifiesto que te has de plantar, cuando hablamos de confrontación democrática de qué hablamos, de que nos plantamos ante un Estado autoritario y represivo", ha argumentado ante el periodista.

Petición de un año y ocho meses

Repreguntado sobre el presentador sobre sus intenciones las jornadas de juicio, Torra ha insistido irónico en que "ya le contesté de forma bastante clara". El previsible desaire al juez del TSJC se producirá pese a que la petición de Fiscalía, que alcanza el año y ocho meses de inhabilitación.

El ministerio público propone la pena porque aprecia desobediencia en el caso omiso que hizo el president de las resoluciones de la Junta Electoral Central (JEC) durante la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo. Pese a las repetidas advertencias del fiscalizador de los comicios, Torra mantuvo una pancarta por los políticos presos en la fachada del Palau de la Generalitat hasta el último momento, cuando la cambió por otra en favor de la libertad de expresion.

"El problema es del TSJC"

El juego del gato y el ratón del también exeditor no le ha convencido de que debe acudir al tribunal para hilvanar su defensa. "Quien tiene un problema es el TSJC, hemos de saber si se respeta la separación de poderes, mi respuesta de si voy al juicio hay que entenderla en el marco en que nos movemos", ha insistido Torra.

Según él, su anunciado plantón se enmarca "en los principios de democracia, republicanismo, derechos humanos, civiles y políticos, y desobediencia y no violencia". Aboga el dirigente independentista por ser "escrupuloso" en el respeto a los derechos "de todo el mundo, incluido el presidente de la Generalitat".