Parten de partidos y posiciones políticas distintas, lo defienden con sus primeras espadas o sin ellas, pero hay acuerdo. El Departamento catalán de Interior y el Ayuntamiento de Barcelona han tejido ahora un frente común para endurecer el Código Penal contra los hurtos y, posiblemente, los robos violentos.
Miquel Buch, consejero catalán de Interior, ha presidido hoy jueves la reunión del Plan Estratégico Barcelona Ciutat Segura, al que han acudido cargos de los Mossos d'Esquadra y representantes políticos empresariales, vecinales y sociales. Al encuentro ha faltado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y también se ha excusado Albert Batlle, teniente de alcalde de Prevención y Seguridad. No obstante, Buch ha comparecido tras el encuentro y ha anunciado el consenso. El Ejecutivo local se ha sumado al mismo poco después mediante nota de prensa.
"Es el delito más común"
El propio Buch ha defendido que legislación más dura es necesaria porque los hurtos son "el delito más común y habitual" en Barcelona. Según el titular catalán de Interior, este paso es necesario para "sancionar la reincidencia y combatir este tipo penal". En referencia a la sentencia del Tribunal Supremo de 2017, que modificó la última reforma del Código Penal de 2015 en línea con el castigar la reincidencia con prisión, el también exalcalde de Premià de Mar (Barcelona) ha valorado que "no ha ayudado en la estrategia de sacar de la calle a los delincuentes comunes".
En este sentido, el alto cargo ha subrayado que esta iniciativa debería ser "uno de los primeros retos que afronte" el nuevo Gobierno. Cuenta con ello el Ejecutivo con el apoyo unánime, según ha descrito Buch, del Gobierno catalán, el Ayuntamiento de Barcelona y Foment del Treball. Poco después de la reunión, el gobierno municipal de Barcelona se ha manifestado en la misma línea.
Muerte en el Puerto Olímpico
La reunión celebrada en el Departamento catalán de Interior se ha celebrado apenas un día después de que una joven de 26 años, Sara Ben Omar, muriera en la coctelería Smar del Puerto Olímpico de Barcelona a consecuencia de dos navajazos en el pecho durante un robo violento. Durante el mismo acto delictivo también resultó herido el controlador de acceso.
La muerte violenta es la 15ª del año en la ciudad condal, aunque su origen, de nuevo, fue un robo con violencia, uno de los tipos penales que crecen en el cómputo anual en la capital catalana. En este escenario se produce la demanda conjunta de Generalitat de cataluña, Ayuntamiento y actores sociales y económicos de la capital catalana.