Pedro Sánchez incluirá esta vez un paquete de medidas para intentar resolver el conflicto con el gobierno catalán. Pero sus recetas, que presenta este martes con un programa “común progresista” para lograr el apoyo de Podemos, mantienen una posición inicial: nada de referéndum, porque vulnera la Constitución. En cambio, propone “clarificar” el marco competencial y una mejor financiación en una reforma del modelo de financiación autonómica.
Sánchez tiene claro que uno de los principales problemas políticos en España es el que se dirime en Cataluña. No se aparta el líder del PSOE de su idea de que lo prioritario es resolver “un problema de convivencia”. Por ello, indica que se debe “impulsar el diálogo entre catalanes”, y que también facilitará un mayor diálogo entre el Gobierno español y el catalán. Todo lo que se pueda abordar y resolver, pero siempre “dentro de la Constitución”.
No a la autodeterminación
Eso contrasta con la posición de los partidos independentistas, que insisten en que se debería iniciar algún camino hacia el reconocimiento del derecho a la autodeterminación. Un dirigente que se ha caracterizado en los últimos meses por una posición más moderada, como el republicano Joan Tardà, reclama ahora que el independentismo debe insistir en la negociación de un referéndum.
La idea de Pedro Sánchez es el “perfeccionamiento” del Estado autonómico”, con el objetivo de constituir “un Estado de las autonomías fuerte y cohesionado”. Todo lo que sea necesario para mejorar los autogobiernos autonómicos, pero siempre “dentro de la Constitución”, como señalan fuentes socialistas, que insisten en que el PSOE no irá más allá, por lo menos hasta que el independentismo constate de forma clara que renuncia por completo a la vía unilateral.
Mejor y nueva fiinanciación
Hay otra cuestión central, en el programa de Sánchez, pensaba para Cataluña, pero también para el resto de autonomías, como es la financiación autonómica. Sánchez planta desarrollar “las reglas y principios que deben regir el sistema de financiación de las comunidades autónomas que daría lugar a la aprobación de un nuevo sistema de financiación”.
No hay más, por ahora, con la premisa de Sánchez de que los votos de los partidos independentistas, de Junts per Catalunya y de ERC, no deberían ser esenciales en la votación de su investidura, si es, finalmente, llega antes del 23 de septiembre. En caso contrario, se convocarán nuevas elecciones para el 10 de noviembre.