Cataluña sigue entre las Comunidades Autónomas con peor sanidad pública. Así lo refleja el informe Los servicios sanitarios de las CCAA 2019 [aquí el documento completo], difundido este miércoles y elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.
El estudio sitúa a Cataluña en el cuarto lugar por la cola del ranking nacional (14ª de 17), un puesto mejor que el año pasado, pero sin abandonar el grupo de las cuatro últimas posiciones, en el que se mantiene desde 2015. Una zona en la que cayó progresivamente desde el 5º lugar que ocupaba en 2009.
Gasto per cápita y listas de espera
En el informe --que analiza una treintena de indicadores-- sobresale el dato de que Cataluña ha sido la comunidad con menor presupuesto sanitario por habitante: 1.192,83 euros, muy lejos de los 1.717,49 euros per cápita de Asturias, que lidera la lista.
Además, es la segunda comunidad en el ranking de días de promedio de espera para consultas con especialistas (78) --solo superada por Canarias--, y la tercera en el de días de espera para intervenciones quirúrgicas (132) --por detrás de Canarias y Castilla-La Mancha--.
Falta de presupuestos
El portavoz de la entidad, Marciano Sánchez, ha señalado que la mala situación relativa de Cataluña en el ranking por CCAA se explica fundamentalmente por la falta de financiación debida a que desde hace tres años no se aprueban nuevos presupuestos y se trabaja con una prórroga de unas cuentas públicas --las de 2017-- “más cercanas a la época de la crisis”.
Entre las consecuencias más graves, Sánchez remarca las amplias listas de espera que hay en Cataluña.
Descentralización y coordinación
La plataforma no cree que la descentralización sea el motivo principal de las diferencias entre CCAA, ya que antes de la implantación del modelo autonómico “la situación no era mejor”. Sin embargo, sí consideran razonable establecer “una financiación sanitaria finalista” que permitiría reducir las diferencias en las partidas per cápita que cada comunidad destina a sanidad, aunque podría generar reticencias políticas de los gobiernos autonómicos.
“Aquí hay dos cuestiones que entran en conflicto: el derecho de la ciudadanía a tener unas prestaciones sanitarias de calidad en cualquier punto del Estado español y, por otro lado, el derecho de las CCAA a su autonomía. Hay que arbitrar alguna fórmula que pueda armonizar ambos derechos. Lo que no parece razonable es que haya tanta diferencia entre CCAA”, concluye Sánchez.
Datos “demoledores”
Carme Pérez, médico y representante sindical del Hospital de Sant Pau de Barcelona, destaca como dato “demoledor” en el caso de Cataluña que esta sea la comunidad con menor inversión per cápita, lo que “explica muchas cosas”. Una de estas cosas son las altas listas de espera, tanto para consultas con especialistas como para operaciones quirúrgicas.
La facultativa también pone su atención en que Cataluña sea la comunidad que tiene más camas y una de las que tiene más quirófanos y equipamientos para resonancias magnéticas por habitante, lo que significa que no hay falta de “instalaciones”. Esto, combinado con la baja cifra de profesionales, explica las largas listas de espera.
“Sobreesfuerzo” de los profesionales
La exdiputada autonómica de Cs considera que el sistema “se mantiene” por la “sobreexplotación” y el “sobreesfuerzo” de sus profesionales, por lo que advierte de que el resultado aún “podría ser peor”. Y subraya que el gasto farmacéutico, según recoge el informe, ya se está controlando por los médicos.
Finalmente, Pérez recuerda que Cataluña tiene el sistema concertado con mayor peso de todas las CCAA, y esta falta de dotación presupuestaria implica una mayor presión sobre los responsables de estos centros. “Los gestores de la concertada sufren una situación de ahogo”, sentencia.
"Deterioro preocupante"
El vicepresidente primero de SCC y secretario general del Sindicat Mèdic Català, Àlex Ramos, alerta sobre el "deterioro preocupante" y progresivo de la sanidad pública catalana que revela el informe, especialmente en lo relativo a financiación per cápita, gasto farmacéutico, tiempo de respuesta a las citas en atención primaria y opinión de los ciudadanos. Ramos atribuye esta evolución a los recortes iniciados con la crisis durante el gobierno de Artur Mas, que tapó con el procés.
El especialista en sanidad también indica que el estudio revela la "falta de lealtad y colaboración horizontal" entre los 17 sistemas sanitarios. En su opinión, es imprescindible mejorar la "cooperación" entre CCAA con la intercesión del Gobierno para acabar con las "ineficiencias" que llevan a las desigualdades actuales.
Menor peso de la sanidad en los presupuestos
El profesor de Economía de la UB Gonzalo Bernardos destaca que Cataluña es una de las CCAA que menos porcentaje de gasto público destina a sanidad “porque hay una parte importante del gasto que va a lo que llaman construcción del país”, algo que “en los últimos años” se ha intensificado a causa del procés.
Sin embargo, advierte de que la situación en Cataluña “aún podría ser peor” si no fuera una de las comunidades en la que más peso tiene la sanidad privada y la colaboración público-privada, que absorbe parte de las necesidades que en otras CCAA cubre el sector público.
Falta de contestación popular
Bernardos destaca otro elemento diferencial catalán: la falta de oposición popular a los recortes sanitarios en comparación con otras CCAA, como las mareas blancas que obligaron al Gobierno de la Comunidad de Madrid a suavizar los ajustes.
“Una sanidad que ha sido defendida en otro lugares a muerte, aquí, en Cataluña, nada, no ha habido presión relevante y la Generalitat ha recortado lo que ha querido”, lamenta. En ese sentido, recuerda que los recortes en la sanidad pública andaluza fueron muy contestados y acabaron costándole el gobierno al PSOE.
La sanidad “no es una prioridad” para el Govern
La diputada de Cs Marina Bravo considera que el informe de la plataforma demuestra que la sanidad pública “no es una prioridad” para el actual Govern, no solo por el bajo gasto per cápita destinado a sanidad en los presupuestos, sino por su mala gestión.
Bravo asegura que su formación lleva mucho tiempo denunciando la precaria situación de las listas de espera --recuerda que el portavoz de JxCat Eduard Pujol consideró esta cuestión "no esencial" y “migajas”-- y que hay fórmulas para reducirlas mediante “una mejor distribución de los pacientes” que no implicaría un incremento significativo del gasto, pero que el ejecutivo autonómico ha rechazado aplicar.
“Se notan los siete años de recortes”
La portavoz de sanidad del PSC en el Parlament, Assumpta Escarp, señala que “Cataluña tiene un buen sistema sanitario público, pero llevamos siete años de recortes, que los primeros fueron muy duros, y que esto al final se nota”. “Se nota en que los profesionales son de los peores pagados y de los que tienen contratos más precarios; se nota en el mantenimiento y en la reposición de los materiales, y se nota en el servicio en general, como las listas de espera”, añade.
E insiste en que “hay una infrafinanciación del sistema sanitario público en general en todas las CCAA, pero también es verdad que el dinero que se dedica a salud en el presupuesto autonómico es una decisión de cada comunidad. Y Cataluña dedicaba el 40% y ahora no llega al 32%. Se ha dejado de invertir en la salud pública en Cataluña”. Escarp no rechaza una “estrategia compartida” a nivel nacional, pero subraya que estas deben ir “acompañadas de financiación”. Y subraya la importancia de potenciar la asistencia primaria por encima de la hospitalaria, algo que no se está haciendo en Cataluña.
"Abandono de los servicios públicos"
El portavoz del PP en el Parlament, Santi Rodríguez, también carga contra el desvío de la atención de las formaciones nacionalistas en el poder: "Desde hace siete años la prioridad ha sido el procés y se han abandonado los servicios públicos, muchos de los cuales se encuentran todavía con presupuestos de la crisis de 2008".
"La falta de presupuestos durante cuatro años es el ejemplo evidente de que los gobiernos separatistas han dejado de lado los servicios públicos, lo que también les sirve para alimentar el victimismo", sentencia.