El PDeCAT se 'rompe' en el área metropolitana
Cuadros locales posconvergentes de las comarcas de Barcelona acusan a la dirección presidida por Bonvehí de "dejarlos morir" para salvar otras zonas y conservar músculo contra Puigdemont
21 agosto, 2019 00:00El PDeCAT pasa por uno de sus momentos más delicados en el área metropolitana de Barcelona. La formación heredera de Convergència, bajo el paraguas de Junts per Catalunya, sacó los peores resultados de su historia en las elecciones municipales de mayo pasado y quedó fuera de ayuntamientos en los que históricamente había tenido representación. La delicada situación se refleja como consecuencia de las duras pugnas internas y la falta de discurso, que genera descontento entre los cuadros locales.
El malestar en los municipios cercanos a la capital catalana está bastante extendido, y se respira la sensación de que el partido les ha "dejado morir" porque les "ha dado por imposibles". Los más afines a las tesis de Waterloo aseguran que ha sido consecuencia de la falta de determinación a la hora de matar las siglas posconvergentes, mientras que los convergentes clásicos culpan a la radicalización del discurso en áreas mayoritariamente constitucionalistas.
Daño colateral
Fuentes de la formación en Badalona denuncian que el área metropolitana ha sido cabeza de turco en la lucha entre Waterloo y los líderes que pretenden mantener con vida el PDeCAT: "Como el partido está en una situación económica delicada desde que no controla directamente el grupo parlamentario, fue a salvar plazas con alcaldes convergentes para hacer músculo y echarle un pulso al contrapoder de la órbita de Puigdemont".
Estas mismas voces explican que el desastre electoral se ha producido como consecuencia de la "estrategia gironina", y defienden que existen muchas fórmulas para entender cómo es Cataluña más allá de la realidad social de esos territorios: "El problema es que vamos sin discurso y sin programa solo para demostrar quién es más independentista". Por otro lado, fuentes de la veguería de Comarques de Barcelona matizan que la secesión no ha sido el "único problema". Denuncian que la dejadez ya venía de la época CDC, aunque tras el PDeCAT se "ha acentuado mucho".
¿Partido inútil?
"Entre el caos que tenemos a nivel de siglas y la falta de estrategia y proyecto metropolitano vamos muy mal, la gente no nos percibe como útiles", afirma un presidente local de la formación. Esta desazón es, según su versión, compartida por muchos cuadros municipales y comarcales, aunque por diferentes causas: "Hay gente molesta porque cree que las bases no se tienen en cuenta, otros que piensan que no se gobierna o que no saben ni dónde militan".
"El resultado es preocupante. Solo nos hemos mantenido en territorios de tradición convergente", lamenta el Secretario de Organización del PDeCAT de Santa Coloma de Gramenet. El cargo local recrimina que "el partido se ha dado por vencido" o "no tiene interés", y asegura que existe falta de autocrítica y liderazgos: "Cambiar de nombre y de colores no ha sido suficiente para dar imagen de aire freso, y más si siguen las mismas personas al frente". Por otro lado, voces críticas de la veguería lamentan los discursos triunfalistas de la dirección nacional: "A mí que me digan que somos los que tenemos más alcaldes no me sirve de nada, yo miro los habitantes. El PSC tiene muchos menos ayuntamientos y gobierna a más del 50% de la población catalana".
El caso de Badalona
La ciudad de Badalona fue uno de los escenarios más visibles de la supuesta pugna entre posibilistas y legistimistas afines al expresidente fugado en Bélgica. El PDeCAT celebró en 2018 unas primarias que arrojaron al concejal Pere Martínez, sucesor en el grupo municipal del histórico convergente Ferran Falcó, como candidato del partido en las municipales.
Fuentes locales denuncian que afines a Waterloo presionaron a JxCat para que apretara al PDeCAT y lo hiciera caer. "Pere Martínez dimitió, pero porque temía que ese sector le generara un problema". Las mismas voces criticaron el discurso de la líder comarcal Meritxell Juan, que aseguró que la renuncia se producía para permitir una "candidatura más transversal" cuando el nuevo candidato propuesto en esa asamblea era David Torrents, presidente local del partido en Badalona.
¿Culpables?
Desde el sector posibilista critican que hay dos culpables: la dirección presidida por David Bonvehí por haber ignorado al área metropolitana con el objetivo de salvar a los municipios que pudieran dar músculo a la estructura de PDeCAT, y el cambio de discurso que se ha impuesto desde Waterloo tras asumir el paraguas de JxCat.
Otros cuadros locales ponen nombre y apellidos a los responsables de este declive: "Es una vergüenza que Francina Vila sea la responsable del AMB de la dirección. No la he visto nunca poner un pie fuera de Barcelona". También lamentan que Isidre Serra, alcalde de Sant Climent, o Xavier Fonollosa, alcalde de Martorell, sean los únicos referentes que tengan en las comarcas de Barcelona: "No tienen perfil metropolitano, viven realidades demasiado diferentes a las que existen en municipios como Cornellà".
Paupérrimos resultados
Los malos resultados fueron un duro golpe a un partido que ya de por sí conseguía cifras bastante discretas en el área metropolitana. Los posconvergentes perdieron la representación municipal en territorios como L'Hospitalet, en los que pasaron de los 4 concejales en 2011 a quedar sin representación en 2019. Peor fue el resultado de Cornellà, donde ningún edil entró en 2015 y en 2019 la formación no consiguió la remontada.
CIU 2011 |
CIU 2015 |
JxCAT 2019 |
|
L'Hospitalet de Llobregat | 4 | 1 | 0 |
Badalona | 4 | 2 | 1 |
Santa Coloma de Gramenet | 2 | 0 | 0 |
Cornellà | 2 | 0 | 0 |
Sant Boi de Llobregat | 3 | 1 | 0 |
Resultados de CiU y JxCat en los municipios más poblados del Área Metropolitana, a excepción de Barcelona, según datos del Ministerio del Interior / CG
No obstante, la situación del partido en esta zona ha quedado amortiguada gracias a los distintos pactos supramunicipales que le han permitido guardar ciertas cuotas de poder. Junts per Catalunya gobierna como socio menor del PSC la Diputación de Barcelona. Además, forma parte del cuatripartito que dirige el Área Metropolitana de Barcelona con los comunes, los socialistas y ERC.