El malestar entre posconvergentes se respira hasta en Twitter. Las palabras de Toni Morral en las que pide la disolución del PDeCAT para articular JxCat han sentado mal a cuadros de esta formación, que han respondido contrariados al secretario general de la Crida Nacional. Uno de ellos ha sido Genís Boadella, en la ejecutiva del partido.
Boadella ha respondido que le parece "curioso que el futuro de la Crida pase por la disolución de un partido y que la sugerencia solo sea al PDeCAT, pero no a ERC o la CUP". El dirigente, con un "somos PDeCAT" al final, asegura que el futuro de su formación la "decidirán democráticamente sus asociados".
Voces díscolas
El presidente de la veguería del PDeCAT Comarques de Barcelona, Xavier Badía, también ha hecho palpable su malestar con las declaraciones de Toni Morral. El convergente ha evidenciado el hartazgo de "algunos" de tener que "aguantar a gente que solo tiene un objetivo, destruir aquello que son incapaces de crear". Asegura que "juntos, muchos" reharán el espacio del PDeCAT como "pal de paller".
Todo esto, con el silencio de David Bonvehí, al que Marta Pascal ha acusado de "subordinación" a Carles Puigdemont. Por ello, cuadros díscolos del PDeCAT preparan la semilla de una nueva formación política que rompa con el expresidente fugado y recupere el espacio de la antigua CDC. Ante esta tensión, el dircom de la Generalitat en el extranjero, Joan María Piqué, ha pedido calma por la red social: "Es un debate que no tendremos en Twitter, ¿verdad?".