El espacio posconvergente busca cómo encontrar una reordenación para evitar la ruptura entre el alma más posibilista y la más legitimista afín a Carles Puigdemont. En ese contexto, el secretario general de la Crida Nacional, Antoni Morral, ha hecho un llamamiento a la formación heredera de Convergència para que desparezca: "Se tendría que plantear que el PDeCAT se disolviese". 

El diputado de JxCat asegura que "el 1-O no tenía una lógica partidaria", y que por eso resultó un éxito. Pide que la candidatura que encabezó el expresidente fugado las pasadas autonómicas mantenga ese espíritu unitario, transversal y no partidista. Eso sí, remarca que es solo "una opinión" y que cada partido "es soberano" para tomar la decisión que considere. 

"Generosidad"

El diputado de JxCat explica que el procés "exige generosidad a todos" los actores del independentismo. "Hemos de poner los objetivos que compartimos el 1-O y los intereses del país por delante de otros personales y partidarios", asegura. Para culminar este proceso de ordenación ha señalado que "primero hay que definir cuál es la finalidad, el objetivo y el proyecto de este espacio". 

La Crida nació como "asociación" aunque tiene registrado también un partido "por si se considera que en un momento dado hay que utilizarlo". En estos momentos, según ha explicado, se encuentra en pleno proceso de ganar "musculatura". En septiembre, la organización iniciará la constitución de sus corrientes ideológicas

Dura pugna

Los sectores del mundo posconvergente enfrentados hace tiempo que luchan para controlar el espacio político heredero de la antigua Convergència. El momento más delicado fue con la constitución de las listas electorales para el Congreso y para las municipales, en las que críticos de Puigdemont como Carles Campuzano o Jordi Xuclà quedaron fuera de la candidatura. 

Para evitar el cisma, Artur Mas se prepara para volver y proteger el espacio de Junts per Catalunya. La operación, que tiene como objetivo evitar que críticos como Marta Pascal y afines puedan crear un nuevo instrumento al margen del PDeCAT, cuenta con el beneplácito de David Bonvehíque está entregado a los deseos de Puigdemont desde Waterloo.