El vicepresidente de Economía de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), ha culpabilizado a Madrid del recorte extraordinario del 6% que ha pedido a todas las consejerías y empresas públicas del Govern para cuadrar las cuentas del ejercicio. Ha seguido la línea del consejero de Territorio, Damià Calvet (JxCat), tras asegurar que está “dispuesto” a comparecer en el Parlament para dar la cara por los ajustes.
Así se lo han reclamado los Comuns y la CUP en un escrito conjunto en el que le pedían la comparecencia ante la Diputación Permanente de la Cámara Catalana para dar información de una medida que se divulgó la semana pasada en el DOGC. Con todo, ha dejado claro que hablará sobre la “asfixia económica del Gobierno español contra Cataluña”.
Prórroga presupuestaria
De esta forma, elude cualquier responsabilidad sobre el nuevo ajuste presupuestario que afectará a todas las iniciativas de la Generalitat. Sólo se quedan al margen de ello el pago de las nóminas de los trabajadores públicos, los servicios públicos y las inversiones que ya se habían comprometido.
Todo ello, con el objetivo de quedarse lo más cerca posible del límite del déficit público permitido para este 2019. Cabe tener en cuenta que el Gobierno catalán aún funciona con las cuentas que se aprobaron en 2017, ya que ha sido incapaz de conseguir los apoyos políticos necesarios para renovare los presupuestos.
Avance electoral
El propio Aragonès ha asegurado que tiene la intención de conseguir los acuerdos necesarios para sacar adelante unas cuentas de 2020. Tiende la mano a PSC y los Comuns, aunque también a la CUP. Con todo, las demandas independentistas complican el pacto ansiado por el político de ERC.
El mismo vicepresidente apuntó que era poco sostenible pensar en una tercera prórroga presupuestaria en Cataluña. Abría la puerta de este modo a una nueva convocatoria electoral en la comunidad. Sus socios en el Gobierno, JxCat, rechazan volver de nuevo a las urnas. Es el presidente catalán, Quim Torra, el que tiene la última palabra para ello.