Òmnium Cultural ha intensificado este verano su campaña a favor de la independencia. Bajo el lema Ho tornarem a fer, autobuses de esta entidad soberanista recorren Cataluña y el sur de Francia con la finalidad de informar a los turistas de que los dirigentes independentistas juzgados por el referéndum del 1-O son “presos políticos”. Sin embargo, una entidad dedicada a combatir la propaganda secesionista en el extranjero, Catalunya Peuple d’Espagne (CPDE), se encarga de dar la réplica.
Uno de los epicentros de esa acción es la llamada Catalunya nord, según la terminología pancatalanista que utiliza el secesionismo. Es en esa zona de la antigua Occitania, que incluye ciudades como Perpignan, Argeles-sur-Mer o Colliure, donde Òmnium reparte folletos en los que asegura que la mayoría de los catalanes “quiere decidir, libre y democráticamente, su futuro”, mientras que el “Gobierno español responde con acciones judiciales y represión, encarcelando a los líderes políticos, limitando la autonomía del Gobierno catalán y tomando el control económico de sus instituciones”. Por ello “estamos colgando lazos amarillos en balcones y espacios públicos, para pedir la libertad de los presos políticos”. Ese mensaje también es distribuido en diversas ciudades de la Costa Brava.
Sin embargo, desde hace unos diez días y en respuesta a la propaganda de Omnium Cultural, miembros del grupo CPDE Francia han ido al encuentro de las personas turistas francófonas que visitan Cataluña para explicarles que “España no es una dictadura sino una democracia plena y completa. Que no existen prisioneros políticos. Que los políticos detenidos actualmente, lo son por una tentativa de golpe de Estado, y por asuntos de malversación (dinero público)”, explica esta asociación en un comunicado. Y recuerdan que la “estelada insurreccional no representa a la autonomía catalana.