El exdiputado en el Congreso por ERC, Joan Tardà, vuelve de su jubilación con duras críticas hacia la estrategia del independentismo irredento y con voluntad de llegar a un pacto para resolver la crisis catalana. El republicano ha asegurado que nada se puede construir sin tener en cuenta "al 50% de los catalanes que no son independentistas" y pide unidad estratégica entre los secesionistas y los "autodeterministas" –que representan al espacio de los comunes–.
Tardà se ha mostrado favorable a establecer con el PSC un diálogo profundo en una entrevista a El Món a RAC1, aunque ha señalado que forma parte del "triunvirato del 155". Eso sí, asegura que jamás diría que los socialistas catalanes son "lo mismo" que el Cs y el PP: "Forman parte de la tradición del catalanismo político". Además, defiende que un gobierno del PSOE –mejor condicionado por Podemos– sería "más dialogante" a pesar de "posibles trabas": "Se trata de responder con el cerebro y no con las tripas".
Batallas estériles
Por otro lado, ha criticado las "batallas estériles" que se producen en el independentismo y como contrapartida pide "un camino amplio que pueda ser grande para que quepa mucha gente diferente". Tardà no descarta un nuevo escenario de unilateralidad, aunque deja claro que "esa no es la prioridad" y ha criticado los movimientos de JxCat: "Me preocupa el uso perverso del concepto de la unidad: estratégica toda, pero electoral no porque se tiene que reflejar la pluralidad del movimiento".
Preguntado por la ANC, ha lamentado que se haya convertido en un "contrapoder" que está "pervirtiendo la voluntad diáfana de ser flexible, abierto y poco riguroso sobre las patentes de catalanidad" en lugar de ser una entidad que se dedique a la "acumulación de fuerzas". Asegura que esta deriva le hace sufrir, porque valora mucho "lo que ha representado". En cuanto a la basura abocada ante la sede de ERC por los CDR, remarca que se sintió "muy indignado".
Elecciones anticipadas
El líder de ERC ha tirado un balón fuera cuando se le ha preguntado por si sería candidato en Cataluña ante unas hipotéticas elecciones catalanas: "No me consta, pero incluso me parece violento que se me pregunte". Ha asegurado que lo importante es cómo encarar el camino hacia una solución dialogada, más allá de si el candidato es "Aragonés o Torrent".
Ha defendido las palabras del vicepresidente Pere Aragonès, que pidió un ejecutivo "de amplio espectro" tras la sentencia a los políticos presos: "El último tramo será cuesta arriba y estaría bien que el movimiento republicano fuera capaz de conformar un gobierno que representara un universo de catalanes superior" al que representa ahora el ejecutivo catalán.
Salida dialogada
El líder independentista ha defendido que lo importante es que "la sociedad catalana salga de esta", aunque sea legítimo que ERC quiera que gane "la opción independentista": "Al final, amigos no-independentistas quieren lo mejor para mi país, como yo, y a partir de esta premisa tenemos que saber construir una solución".
El político independentista pone como ejemplo Irlanda del Norte. Los nacionalistas irlandeses no perdieron la esperanza cuando Margaret Tatcher y su sucesor tory se negaban a cualquier tipo de diálogo. Recuerda que fue gracias al laborista Tony Blair que los favorables a la anexión con el resto de la isla y los partidarios de seguir en el Reino Unido firmaron los Acuerdos de Viernes Santo de 1997.