Los Mossos d’Esquadra no consultaron los archivos de la Policía Nacional ni de la Guardia Civil, a los que tenían acceso, para buscar información sobre el imán de Ripoll, Abdelbaky es Satty. Se limitaron a consultar su base de datos, en la que no existía documentación sobre él.
Por esa razón, dijeron a la policía belga en un primer momento que Es Satty no tenía antecedentes policiales cuando desde Bruselas les comunicaron sus sospechas sobre este ciudadano. Y, posteriormente, entregaron un primer informe a la justicia española tras los atentados del 17 y 18 de agosto de 2017 en el mismo sentido.
Comunicaron el error
Cuando se dieron cuenta del error, rectificaron y comunicaron al juez que en realidad no habían encontrado datos del imán “en sus archivos”.
Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional y el CNI siempre han mantenido vivos los datos del presunto organizador de los atentados. Lo mismo ocurre en las bases de datos de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior. Así lo reflejaron en los informes que que estos organismos remitieron al juez instructor desde el primer momento.
Informaron en el Parlament
Esta información fue facilitada por mandos de los propios Mossos d’Esquadra en sus comparecencias secretas en la Comisión de Investigación de los Atentados del Parlament, según ha revelado La Vanguardia.
Hace unos días, el diario Público difundió una serie de reportajes en los que se afirmaba, entre otras cosas, que el CNI había borrado los antecedentes de Es Satty y los contactos que la inteligencia española mantuvo con él durante su reclusión carcelaria por tráfico de drogas: trataba de captarlo como confidente antiterrorista vista su radicalización religiosa en prisión.
Las insinuaciones
El medio propiedad de Jaume Roures sugería, además, que el CNI podría haber obtenido información de la preparación de los atentados, pero que no había actuado para impedirlo.
La difusión de esas sospechas provocó una airada repuesta por parte de miembros del Govern, formado por dos partidos --JxCat y ERC-- presentes en la comisión de investigación donde los Mossos había admitido su error a la hora de buscar datos sobre el imán. O sea, usaron esos rumores para atacar al Gobierno a sabiendas de que los archivos nunca fueron borrados y que la policía autonómica se había equivocado, primero al responder a Bélgica, y luego al elaborar el primer atestado de los atentados: solo miraron sus archivos.