Es una invitada más que asidua de las tertulias televisiva y radiofónicas, pero Pilar Rahola también se ha convertido en protagonista en el Parlament. Su elevado sueldo y sus múltiples apariciones en los medios públicos catalanes, cuyas finanzas no atraviesan su mejor momento, fueron debatidos ayer en la Comisión de Asuntos Institucionales (CAI) de la Cámara catalana. El Govern dio la callada por respuesta.
Según el portal de la transparencia de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), ente que gestiona TV3 y Catalunya Ràdio, la escritora y periodista firmó un contrato con la cadena televisiva el pasado mes de enero por valor de 52.500 euros para intervenir como “especialista de actualidad” en el programa Tot es mou de la televisión autonómica.
El año pasado, sus apariciones en este espacio le valieron sendos contratos por valor de 18.300 euros y 30.000 euros. Y en 2016, Rahola recibió 2.000 euros por presentar un capítulo del programa de entrevistas Fora de sèrie. Estas cifras no incluyen las retribuciones que este icono del independentismo recibe por intervenir en Preguntes Freqüents (FAQs), un lugar donde se mezclan el entretenimiento y la política y que se emite los sábados. Este programa es producido por El Terrat –el contrato con la empresa de Andreu Buenafuente para realizarlo durante un año asciende a 1,5 millones de euros–. Algunas fuentes aseguran que Rahola cobra 6.000 euros al mes por esta aparición.
La callada por respuesta
El grueso de las preguntas formuladas por la diputada de Ciudadanos Sonia Sierra en la CAI se centraron en la retribución mensual por el programa Tot es mou –un cuarto de hora de lunes a viernes–, así como en los motivos por los que se contrata a Rahola en dos espacios de la actual parrilla de TV3.
“Atendiendo a los problemas económicos y de financiación que sufre TV3 en la actualidad, ¿no existen profesionales dentro de la propia plantilla de personal con capacidad para poder hacer estas colaboraciones y secciones diarias y semanales?”, requirió Sierra.
La encargada de responder a esas preguntas era la consejera de Presidencia, Meritxell Budó –los medios públicos catalanes dependen de este departamento–, pero no arrojó luz al respecto, más allá de reprochar a la diputada de Cs que pretendiera “vetar” a Rahola. Algo que Sierra no dijo en ningún momento.