La niña de Terrassa discriminada por pintar una bandera española en clase dejará el colegio. El padre y madre de Rocío, la pequeña de 10 años que denunció una agresión por colorear una enseña nacional en el aula, han pedido el traslado de la escuela pública Font de l'Alba para sus tres hijas. Por el contrario, la presunta atacante, la profesora, continuará en plantilla y será tutora el próximo curso.
Así lo han indicado fuentes cercanas al caso, que han lamentado la "doble victimización" de la menor. Las mismas voces han criticado que no se tomen medidas contra la docente que, según admitió el Departamento catalán de Enseñanza, cometió al menos una "falta leve" al rasgar el dibujo de la bandera bicolor en el mural de fin de curso. Cualquiera que fuere la postura de la Consejería, lo cierto es que Rocío abandonará el centro educativo y se alejará de sus compañeros, mientras que M., la maestra denunciada, continuará en plantilla y a cargo de una clase de Primaria, según han insistido las mismas voces. Lo hará pese a que el supuesto ataque a la niña no es el primer incidente en el que la docente se ve involucrada: daba clase con el lazo amarillo, tal y como denunció Ciudadanos al Síndic de Greuges de Terrassa.
En el juzgado
Como avanzó El Mundo, el colegio se comprometió a que Rocío y M., la profesora que la discriminó ideológicamente, no "coincidan". No obstante, esta afirmación es tramposa. Alumna y profesora no se toparán de nuevo porque la familia ha pedido marcharse del centro. En cambio, la maestra, a quien se abrió expediente disciplinario que acabó en falta leve y, después, se suspendió por el traslado del caso a un juzgado de Terrassa, seguirá en la institución educativa.
Colegio público Font de l'Alba de Terrassa, donde habría ocurrido la agresión / Google Maps
Voces cercanas al caso han indicado que el episodio discriminatorio contra Rocío está siendo evaluado por el juez y que si éste ve mimbres de delito, el expediente, que ya tiene número de diligencias, será enviado a una sala penal. Ello no presupone la impunidad para la profesora, ya que la vía judicial toma prioridad sobre la administrativa, pero al término del enjuiciamiento el Departamento catalán de Enseñanza, que comanda Josep Bargalló (ERC), lo podría reabrir si cree que la funcionaria merece una sanción por parte de la Administración, han explicado las mismas voces. En todo el proceso la familia de la niña ha sido arropada por la Asamblea por una Escuela Bilingüe de Cataluña (AEB), que tildó de "hispanofobia" el ataque.
"La cogió de la camiseta y la levantó"
A la espera de que el juzgado aclare si hay mimbres para un enjuiciamiento penal, y a la preinscripción escolar que asignará un nuevo centro a las tres hijas de los padres de Rocío, más datos del polémico caso de Terrassa se van conociendo. En un documento interno al que ha accedido este medio, los padres de la menor describen el incidente tal y como lo vivió la pequeña. "La profesora, al enseñarle el dibujo [de la bandera] mi hija, le dijo '¡banderas, no!', a lo que la niña protestó diciendo que les había dicho que el dibujo era libre. La profesora rompió el dibujo delante de ella. La niña volvió a su sitio y se sentó, la profesora se acercó a ella y la levantó de la silla con fuerza, mi hija se cayó, haciéndose daño en la espalda y golpeándose en una hernia que la niña tiene en la ingle", describe el documento.
"Después de la caída –continúa el relato–, la profesora la levantó del suelo bruscamente, cogiéndola por la camiseta hacia arriba y haciendo de nuevo daño a la niña, que en ese momento rompió a llorar. [Que] la profesora expulsó a mi hija de clase y le gritó 'Espero que mañana vengas más fina'". Hay más. El informe de la presunta agresión consigna que la docente "ha manifestado reiteradamente su posicionamiento político favorable al independentismo delante de los niños, llevando el lazo amarillo en horario de clase". Asimismo, recoge el documento de parte que la funcionaria lanzaba "proclamas políticas" y, en ocasiones, "ha sustituido la clase de castellano por la clase de catalán, haciendo a los niños guardar los libros". En estas sesiones, la maestra, presuntamente, hablaba en catalán en la clase de castellano, exponen los denunciantes.