Un acuerdo “blindado” al 50% entre Comuns y PSC, y con la intención de ‘salvar’ Barcelona del debate nacionalista y de la tensión que pueda provocar el procés, con la sentencia del Tribunal Supremo prevista para otoño. La alcaldesa Ada Colau y el primer teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, han dado cuenta de un pacto cerrado, que otorga a los socialistas las principales áreas económicas y la responsabilidad en seguridad.
En la sala gótica del Ayuntamiento, con solemnidad, y con la idea de que pueda “servir de bálsamo” también para Cataluña y España, Colau y Collboni han insistido en que el acuerdo implica “un compromiso por la gobernabilidad, por poner Barcelona en el centro de todo y por encima de todo”, en palabras de Collboni. “Nuestras diferencias en la cuestión nacional no deben suponer un problema para la gobernabilidad de la ciudad”, según Colau.
Economía, en manos del PSC
Los dos han insistido en esa cuestión para no repetir escenas del pasado. Y es que fue Colau quien sometió a la votación de las bases de los Comuns el acuerdo con el PSC en el anterior mandato por la aplicación del 155. Aquello provocó la ruptura del acuerdo. Ni con la sentencia, ni con unas posibles nuevas elecciones en el conjunto de España o frente a unos comicios autonómicos, el gobierno municipal de Barcelona debería ponerse en peligro.
Pero, ¿qué han acordado? Los socialistas habían señalado que negociarían las principales áreas de gobierno, y que era necesario un cambio sustancial. Y el pacto es reflejo de esa ambición socialista. Collboni será el primer teniente de alcalde, responsable de las áreas de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda. Eso implica Empresa y Empleo, promoción de la ciudad, promoción económica, Turismo y relaciones institucionales. Como concejal de Hacienda, además de comercio, mercados y consumo, se ha designado a la socialista Montserrat Ballarín. Mientras que el PSC, bajo la responsabilidad de Laia Bonet, asumirá la tercera tenencia de alcadía, con el área de innovación y conocimiento, y Albert Batlle, que asumirá toda el área de seguridad, como quinto teniente de alcalde.
Asuntos sociales y Cultura, para los Comuns
Aunque Colau se ha reservado para los Comuns el área de presupuestos, con la designación de Jordi Martí como responsable, éste queda encuadrado bajo la primera tenencia de alcaldía, que ostentará Collboni. La concejal de los Comuns Janet Sanz mantendrá la responsabilidad sobre la gestión del suelo municipal, y urbanismo, como segunda teniente de alcalde; mientras que la cuarta teniente será Laura Pérez, también de los Comuns, con la responsabilidad sobre los asuntos sociales.
El partido de Colau también tendrán la sexta tenencia de alcaldía, con Joan Subirats como responsable de Cultura, Educación e Investigación y Universidad.
La cuestión del lazo amarillo
La alcaldesa ha querido destacar la decisión de que Albert Batlle sea teniente de alcalde, con lo que se ofrece la máxima visibilidad al área de seguridad, que ha sido en el último mandato uno de los graves problemas de la ciudad. El concejal elegido en las listas del PSC, encuadrado en Units per Avançar, fue el director de los Mossos d’Esquadra y será el responsable ahora de la Guardia Urbana. Colau no ha querido desaprovechar la ocasión para pedir una mayor colaboración a la Generalitat y al propio cuerpo de la policía autonómica, consciente de que es el principal escollo de la ciudad.
Collboni ha señalado que el acuerdo suscrito no implica otros pactos en otras instituciones y que cada partido mantendrá sus posiciones en la cuestión nacional. Un ejemplo es que el lazo amarillo se mantendrá en el edificio del Ayuntamiento, aunque el PSC no lo comparta, porque “ha sido un acuerdo en la junta de portavoces de grupos, donde hay mayoría para mantener el lazo, y el PSC la debe aceptar”, ha afirmado el ya primer teniente de alcalde socialista.