Nuevo ataque eurofóbico por parte del nacionalismo. Un grupo de individuos sin identificar lanzó pintura amarilla contra la sede de la Comisión Europea en Barcelona. Los hechos sucedieron días antes de la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de no dejar acceder a Carles Puigdemont y Toni Comín en el pleno constitutivo del Parlamento Europeo el pasado 2 de julio en Estrasburgo.
Con las declaraciones del exmandatario catalán huido a Waterloo atacando a la Unión Europea por considerar que "necesita un refuerzo democrático" y exigiendo a la Eurocámara que corrija "la deriva de represión", se ha suscitado cierto alarmismo por si se perpetran otras acciones contra edificioes europeos. Desde la sede de la avenida Paseo de Gracia explican que "hace un semana" que están y que "todavía no las han borrado".
La decisión de la justicia europea sumado a la elección del ex ministro de Exteriores Josep Borrell como nuevo alto representante de la diplomacia europea han representado dos varapalos consecutivos para los intereses de Puigdemont y su equipo de abogados. Y el nerviosismo se ha hecho notar.
Reincidencia
No es la primera vez que la delegación de la Comisión Europea en Barcelona sufre un ataque. El pasado 2 de febrero decenas de militantes de la ANC accedieron por la fuerza al interior de ambas delegaciones coincidienco con el traslado de los políticos en prisión preventiva a Madrid por el inicio del juicio en el Tribunal Supremo. Mientras unos permanecían en su interior okupando la institución, otros doscientos individuos de la entidad secesionista bloqueaban el paso.
En su momento, la Comisión Europea condenó el asalto. El presidente Jean-Claude Juncker informó incluso que se estudiaría el caso para ver si se tomaban medidas legales adicionales.