Nuevo mazazo para el independentismo en las más altas instituciones comunitarias. La Comisión Europea (CE) ha rechazado este miércoles una iniciativa ciudadana del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que se investigue y se castigue a España por supuesta vulneración de derechos de las minorías.
El prófugo de la Justicia española y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, son los impulsores de esta iniciativa que pretendía reclamar a la Comisión que se aplique contra España el artículo 7 del Tratado de Lisboa, que se activa cuando un país no respeta los derechos y principios fundacionales comunitarios, y puede acabar con sanciones al país afectado.
Propuesta "inadmisible"
Entre otros ejemplos de derechos fundamentales que consideraban quebrantados figuran "el deficiente reconocimiento y escaso respeto de los derechos de las minorías", "la politización de las altas instancias jurisdiccionales" españolas, "la utilización espuria" de mecanismos como las euroórdenes, o "la vulneración de derechos civiles y políticos".
La Comisión ha decidido no registrar la propuesta de iniciativa al considerarla "inadmisible sobre la base de su plan jurídico y manifiestamente fuera de las atribuciones de la Comisión en virtud de los tratados europeos". El rechazo del Ejecutivo comunitario responde a la "inadmisibilidad jurídica" de la propuesta, y no al fondo de la iniciativa.
Un millón de firmas
Si la CE hubiera admitido el registro, se hubiera iniciado un periodo de un año en el que la iniciativa necesitaba un millón de firmas de apoyo de al menos siete países distintos para formalizar su validez y que el Ejecutivo europeo se hubiera tenido que pronunciar al respecto.
En todo caso, el Consell per la República, presidido por Puigdemont, y la ANC ya han anunciado que recurrirán la decisión de la Comisión ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
Eurofobia
Este nuevo revés para el fugitivo de Waterloo se produce muy poco después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) rechazara dejar acceder ayer a Carles Puigdemont y al también huido Toni Comín al pleno constitutivo del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Como protesta por esta decisión, un grupo de independentistas ha vuelto a protagonizar este miércoles un nuevo ataque eurofóbico lanzando pintura amarilla contra la sede de la Comisión Europea en Barcelona. Algo que no es la primera vez que ocurre, pues hace escasos meses ya fue asaltada por afines a la ANC.