Carles Puigdemont sigue empeñado en buscar la fórmula para que todos los espacios y corrientes existentes en el espacio posconvergente se disuelvan en Junts per Catalunya. El expresidente huido a Bélgica habría planteado en una reunión en Waterloo en una reunión con distintos alcaldes y algunos consejeros del Govern pasó por celebrar una asamblea de electos este verano.
Este evento, según publica el Ara, sería la fórmula para reunir a todos los electos municipales, en el Parlament y en el Congreso y marcar las líneas estratégicas para afrontar los próximos cuatro años. Fuentes conocedoras consultadas por el mencionado diario aseguran que sería la manera de exhibir "músculo" que podría servir como "base sólida".
Convocatoria abierta
Esta gran convocatoria sería el primer paso para afrontar la difícil articulación del espacio político convergente, dividido ahora en el PDeCAT, la Crida Nacional y Junts per Catalunya. El debate de la construcción del nuevo proyecto político se forja a contrarreloj: la nueva ordenación se prevé arreglar este verano y en otoño, antes de la sentencia del Tribunal Supremo, con un posible avance electoral en Cataluña.
Para ello, el espacio posconvergente prepara la Operación Mas, en la que David Bonvehí parece dispuesto a entregar el PDeCAT a Waterloo para dejar sin margen de maniobra a los críticos defenestrados por Puigdemont. Dicha operación busca que Artur Mas sea el líder que gestione el día a día de JxCat, mientras que el fugado se erigiría como líder moral del movimiento en construcción.