Casi cinco millones de euros del erario público han sido invertidos en el Ateneu Sagrada Familia. El Ayuntamiento de Barcelona inició el gasto en 2017 con la compra, por 2,4 millones de euros, del local comercial situado en la calle Nápoles 268-270, un espacio que durante décadas había sido ocupado por las oficinas de Vidal Aymerich, una firma del sector textil, dedicado concretamente a la corsetería.
Las obras de rehabilitación del espacio, con un presupuesto de licitación de 2,3 millones, y ejecutadas por la empresa municipal Bimsa, comenzaron a principios del año pasado. Se preveía que el proceso de remodelación duraría nueve meses, según anunció el entonces teniente de alcalde Gerardo Pisarello en la visita de obras de febrero de 2018, pero a día de hoy sigue en estado de construcción y todavía no hay fecha de inauguración. En la fachada un letrero retocado anuncia la finalización de la construcción para junio de 2019.
Retraso por lluvias
El consistorio atribuye el retraso de las obras a las lluvias torrenciales del pasado otoño, que provocaron filtraciones de agua en el techo del local. Estos “imprevistos --explican fuentes del ayuntamiento a Crónica Global-- supusieron un proyecto complementario de reparación y aislamiento” de las terrazas que hay encima de la cubierta del local, que obligaron a parar la ejecución del proyecto un tiempo.
Solucionados estos escollos, el ayuntamiento tiene previsto finalizar las obras en algún momento de la primera quincena de julio. Después se amueblará y finalmente “se pactará con las entidades la fecha en que empezará a haber actividad”, aseguran fuentes del consistorio.
Cines Niza
En 2016, solo un año después de que Ada Colau accediera a la alcaldía, la plataforma vecinal Recuperem el Niza empezó una campaña de presión contra el Ayuntamiento de Barcelona para que comprara parte del espacio donde estuvo el cine, una sala de billar y otra de baile y lo destinara a un ateneo popular.
Según los organizadores del movimiento vecinal, el barrio carecía de espacios sociales. Y, por supuesto, rechazaban la posibilidad de que en el solar, situado en la plaza Sagrada Familia 12, de propiedad privada, se construyera un hotel: entonces ya estaba vigente la moratoria. También se oponían a que se instalara un supermercado --concretamente, Mercadona-- con el argumento de que el barrio tiene suficientes establecimientos comerciales.
Colau y sus ateneos
El ayuntamiento no pudo adquirir el edificio de los antiguos cines para satisfacer las demandas del la plataforma, pero en su lugar les compró un local en la calle Nápoles, a apenas 300 metros del primero.
Este espacio, una planta baja de 1.350 metros cuadrados con sótano, había pertenecido a la empresa textil Vidal Aymerich, aunque fuentes del consistorio aseguran habérselo comprado a la sociedad Cel Urbà, que lo habría adquirido previamente de la empresa textil.