La síndic de greuges de Terrassa sabía desde el pasado diciembre que algunos profesores habían tenido planteamientos más que cuestionables con su adhesión independentista. El grupo municipal de Ciudadanos había entregado a la cargo institucional un informe en el que se recogían estos comportamientos en aulas de primaria y secundaria a partir del 1-O, según El Confidencial.
El partido naranja local entregó el informe el pasado diciembre, en una reunión entre el concejal David Aguinaga, un padre afectado y otra colaboradora del grupo. Le pidieron que actuara de oficio, al asegurar que existía tensión a partir del procés en las escuelas catalanas y los alumnos sufrían algunas de las consecuencias.
Actuar de oficio
El escrito, según publica El Confidencial, "constataba" de varios ejemplos de denuncias a través de familiares y de los centros. Se incluía el caso del Font de l’Alba, que fue noticia por la supuesta agresión que una de sus alumnas sufrió cuando escribió "viva España" y dibujó la bandera rojigualda a final de curso. El colegio sufrió otra polémica, los profesores se negaron a hablar castellano en una reunión a pesar de las peticiones de algunos padres.
El informe de urgencias del Hospital de Terrassa explicaba que la profesora "comenzó a gritar, le cogió de la camiseta y –al hacerlo– la alumna cayó contra e suelo golpeándose la espalda". Tras ese duro incidente, la maestra la habría cogido por el cuello para sacarla de clase.
Lazo amarillo
El digital explica que ha habido quejas previas sobre esta profesora. Aunque esta semana ha cancelado su página de Facebook, en ella constaba que era socia de Òmnium Cultural y que hacía apología del Front per la República, una plataforma ultraindependentista. Además, subrayan que era una profesora "que asistía a clase portando el lazo amarillo" y que tenía "un perfil marcadamente político".
Con la niña agredida, ya había tenido sus más y sus menos. "Pero nunca la cosa había pasado a más". Hubo una una ocasión en la que la profesora lanzó un "Visca els Països Catalans", a lo que la niña le respondió con un "viva España". Parecía haber una animadversión contra la pequeña por los posicionamientos políticos contrarios de ambas.