Carles Puigdemont se encuentra un nuevo impedimento para ser eurodiputado. La Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo ha abierto un expediente por "mala fe" y que con toda probabilidad terminará en sanción. Lo hace al considerar que el expresidente catalán recurrió una de las últimas decisiones de la Junta Electoral Central (JEC) sin la "más mínima apariencia de buen derecho".
La decisión del Tribunal Supremo coincidió con la de la propia JEC celebrada el jueves y destinada a la proclamación de resultados por parte del organismo oficial. Puigdemont decidió acudir al alto tribunal para pedirle que fallara de urgencia en contra de esta decisión. Según publica El Confidencial, reclamó como medida cautelarísima que se autorizara la publicidad.
'Golpe' a Boye
La Sala, lejos de darle la razón, se ha opuesto a su reclamación y le ha abierto un expediente por actuar "contrariamente a la buena fe procesal". Los magistrados señalan que la normal no establece que la suma de las actas que hace la JEC tenga que ser pública, como lo fueron las que hicieron antes de las juntas provinciales.
La última iniciativa viene a sumarse a otra, dirigida en este caso al juez Pablo Llarena. Su defensa y la de Toni Comín reclamaron este miércoles a la Sala Segunda del Tribunal Supremo que dejara sin efecto la orden nacional de detención. Los dos electos de Lliures per Europa (JxCat) querían la inmunidad "como eurodiputados" para cumplir "con lo que la ley nacional de juramento o promesa de acatamiento a la Constitución".