Manuel Valls ha roto con Albert Rivera. Lo advirtió en la noche electoral de las elecciones municipales, pero ha comenzado a evidenciarse tras los acuerdos alcanzados por la formación naranja con Vox para gobernar en distintas comunidades y ayuntamientos, como en Madrid. Los avisos constantes de Valls a Rivera, con el deseo de analizar la situación política, han acabado en las últimas semanas con un lacónico “habla con Villegas” --secretario general de Cs-- que ha reflejado el rechazo del líder de Ciudadanos a mover un ápice su estrategia, y ha generado un enorme malestar del ex primer ministro francés, al ser una frase repetida en los últimos días y frustrante para Valls.
“Las relaciones están rotas, es difícil rehacer la confianza”, señalan fuentes conocedoras de esa relación, justo en vísperas de la elección del alcalde o la alcaldesa de Barcelona. Rivera no ha querido comunicarse con Valls, lo ha dejado de lado y este ha asumido sus propias riendas. Valls se siente libre, según apuntan las fuentes consultadas de su entorno, para votar ese sábado a Ada Colau y dejar la responsabilidad a los tres concejales de Ciudadanos de su grupo para seguirlo o romper.
Valls, con sus seis concejales
Esa es la determinación de Valls, que ha lanzado advertencias en las últimas semanas. Su “preocupación” ha sido máxima en los últimos días, vertida en las redes sociales, al comprobar cómo Ciudadanos ha decidido aceptar a Vox como un partido más. Pero, ¿cómo se traduce esa ruptura de hecho con el partido de Rivera, aunque el líder de Ciudadanos haya querido marcar distancias con Vox, con reticencias de última hora a ese acuerdo en la Comunidad de Madrid?
Valls considera que él, en calidad de presidente del grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona, con el nombre de Barcelona pel canvi-Ciudadanos, lidera a los seis concejales obtenidos en la lista que encabezó. De ellos, tres son independientes: el mismo Manuel Valls, Celestino Corbacho y Eva Parera. Y los otros tres son concejales de Ciudadanos, María Luz Guilarte, Paco Sierra y Marilén Verea.
El mal menor, según Ciudadanos
El sentido del voto está claro, aunque todo está pendiente del PSC. Si los socialistas han llegado a un acuerdo con Ada Colau, como pretenden, el grupo de Valls votará a favor. Si el PSC concluye que no puede darle los votos a la líder de los comuns, Valls seguirá la misma línea. Y quien no esté de acuerdo, que asuma “la ruptura” del grupo, como indican las mismas fuentes. De hecho ese fue el acuerdo mutuo entre Valls y Collboni, el líder del PSC en Barcelona: se votaría a Colau siempre que se tuviera, previamente, un acuerdo entre Barcelona en Comú y PSC. Eso, por ahora, todavía no se ha producido.
Ciudadanos mantiene que el voto a favor del “mal menor” debería ser para el socialista Jaume Collboni, pero esa posibilidad no está sobre la mesa. “Ni es posible, ni factible y eso debería estar ya claro”, señala el entorno de Valls. Por tanto, la disyuntiva es diáfana, aunque todo pueda cambiar por completo de aquí al sábado. Si los tres ediles del partido, que corresponden a Ciudadanos, “rompen la disciplina de voto”, la que ha indicado Valls, serán esos tres concejales los que dejarán el grupo municipal.
Todo depende de Colau
¿Lo interpreta así Ciudadanos? Ese es el problema interno que vive el grupo municipal. La diputada en el Parlament de Ciudadanos Sonia Sierra señala que será un comité negociador el que decida la “única” línea de actuación. El objetivo sigue siendo el voto favorable a Collboni, aunque el dirigente socialista no presentará su candidatura a la alcaldía. “De aquí al sábado pueden pasar muchas cosas”, insiste Sierra.
Todo está pendiente de la decisión de Colau, que este martes recibió una mayor presión por parte del republicano Ernest Maragall, que también presentará su candidatura y no se limitará a ver si fracasa Colau y ser elegido alcalde por su condición de líder de la lista más votada.
Pero lo que no se recupera es la relación entre Valls y Rivera, con la posibilidad de que el ex primer ministro francés prosiga su carrera política en Barcelona a medio plazo asumiendo otras responsabilidades.