El incidente de la nueva portavoz del Govern catalán, Meritxell Budó, negándose a responder una pregunta en castellano durante su comparecencia ante los medios de comunicación este martes no ha sido su primer y sonoro patinazo en materia lingüística. Hace poco más de un año, cuando era alcaldesa de la localidad barcelonesa de La Garriga, la dirigente del PDeCAT protagonizó un incidente similar abroncando a un concejal de Ciudadanos (Cs) por emplear el español en su saludo al colectivo andaluz durante un pleno.
Los hechos ocurrieron el 28 de febrero de 2018 en el Pleno del Ayuntamiento de La Garriga, con motivo de la celebración del Día de Andalucía. Ángel Guillén, edil de Cs, dirigió unas palabras de felicitación a la comunidad andaluza de este municipio en español, algo al parecer muy grave para la hoy consejera de la Generalitat. Budó, indignada y en tono airado, afeó al concejal que no empleara el catalán, tal y como se puede apreciar en el vídeo que adjuntamos bajo estas líneas.
"Triste y preocupante"
Budó utilizó como argumento el hecho de que los ciudadanos de origen andaluz en Cataluña ya entienden el catalán y, por tanto, no se les debe hablar en otra lengua diferente. En su opinión, eso es algo "triste y preocupante", porque, según su punto de vista, "con este saludo en castellano, lo que hace es segregar a estas personas, ha menospreciado a este colectivo".
A su modo de ver, "posiblemente aquellas personas que son muy mayores no hablen el catalán, posiblemente no lo hayan hecho su lengua materna, porque no lo es, y no podemos pretender que tengan una lengua materna que no es la suya. Pero probablemente entienden perfectamente el catalán”.
La excusa para no reponder en español
Budó utilizó su alegato para justificar, de paso, la inmersión lingüística en las escuelas de Cataluña: “Y no solo lo entienden --añadió--, sino que han querido que sus hijos hablen y crezcan en catalán, porque han querido precisamente que sus hijos se integren en esta tierra como se han integrado. Y este es el éxito de la escuela catalana y es el éxito de la inmersión”.
El pasado martes, la dirigente postconvergente utilizó como argumento para negarse a responder una pregunta en castellano como portavoz del Govern el hecho de que, según ella, en las sala de prensa sólo responden en este idioma si la pregunta se formula también antes en catalán. Algo insólito, pues nunca hasta ahora se había puesto esa traba lingüística a los informadores que no preguntan en catalán.