“Este hecho mío es una gota de agua en el océano para lo que están sufriendo muchos catalanes que no desean la independencia, son marcados, agredidos y boicoteados”. Así describe José Luis Granados, barcelonés que hace dos años se trasladó a Cádiz, los efectos del procés en una carta enviada al presidente del Parlamento europeo, Antonio Tajani. Granados pide el amparo de las instituciones europeas ante lo que califica de “infierno”.
La Eurocámara le ha respondido con acuse de recibo y recordando que se trata de una institución política que “no está facultada para intervenir en situaciones que entran en el ámbito de competencias de las autoridades nacionales de los Estados miembros de la UE”.
En su escrito, Granados asegura haber recibido “coacciones, represión e incluso odio” en la localidad de Santpedor (Barcelona), además de recibir amenazas de los Mossos d’Esquadra “por exigirles que cumplieran con el mandato judicial” durante el procés. Denunció al Govern por el uso de su nombre en el censo utilizado en el referéndum del 1-O,
Por ello, "para preservar la integridad física y psíquica de mi familia y, sobre todo, del niño (que sufre austismo), decidimos marcharnos el 15 de noviembre de 2017. Nos marchamos con un camión, lleno con todos nuestros enseres personales, camino de El Puerto de Santa María (Cádiz)”, explica.
"No estar cerca de nuestros seres queridos..."
“Mi pareja --añade-- ha dejado a sus otros hijos, nietos y familiares cercanos, al igual que yo, y eso causa mucho dolor... no estar cerca de nuestros seres queridos y, a pesar de poder ir a visitarlos, ninguno de los tres tenemos fuerza de volver a Barcelona. Nos entran ataques de pánico con el solo hecho de pensarlo, y lo más grave es que nuestro niño nos dice que él no vuelve a Cataluña ni atado”.
Pero, a pesar de su marcha de Cataluña, Granados asegura seguir sufriendo el bloqueo administrativo de la Generalitat en innumerables administraciones que, en algunos casos, "ni tienen la deferencia de contestarnos. Solamente las personas que nos hemos ido de nuestra Cataluña natal sabemos de estas incidencias”.
“He acudido a numerosos estamentos gubernamentales de España e incluso de Europa. En la mayoría me han ido ayudando, pero este apoyo es insuficiente ya que ni puedo económicamente ni judicialmente, y lo que más daño moral me ha hecho son las contestaciones del presidente del Gobierno español, el señor Pedro Sánchez: ‘Nuestra ejecutiva aboga por el diálogo con los independentistas’. Pero yo le reclamo ayuda porque por la ley de dependencia del hijo de mi pareja, me indica que denuncie a través de los juzgados, cuando su ejecutiva se vanagloria de los derechos sociales”.
"Estamos sufriendo un infierno"
“Este hecho mío es una gota de agua en el océano, para lo que están sufriendo muchos catalanes que no desean la independencia, son marcados, agredidos y boicoteados en muchas instituciones”, añade.
“Busco la verdad de todo el mal que ha hecho el independentismo catalán y quiero colaborar desde mi exilio andaluz a pesar de llevar en mi corazón mi tierra natal: Barcelona”, explica.
Por eso, José Luis Granados acude a “los máximos organismos europeos para que sepan la verdad de todo lo que está ocurriendo, y pido el amparo de las instituciones europeas”. “Conozco casos de personas que se han marchado de Cataluña por estar amenazados de muerte y nadie nos escucha”, asegura.
“Estamos sufriendo un infierno... por favor, ayúdenos”, concluye.