Otra vez. Sabadell (Barcelona) es la ciudad que muestra con mayor claridad la dificultad de la izquierda para organizarse como una alternativa de gobierno. Un grupo de militantes de Podem Sabadell consideran que su secretaria general, Marta Morell, no les representa y se han organizado como Sabadell en Comú, con el alcaldable Joan Berlanga a la cabeza, después de una ruptura de la propia Morell. Se sienten identificados con Pablo Iglesias, y consideran que son fieles al espíritu original que surgió tras las movilizaciones populares del 15M. Ese grupo de militantes lo han comunicado a través de una carta al partido, al considerar que Morell se mueve por intereses personales, después de rechazar la convocatoria de una asamblea para reordenar la candidatura, con el argumento de que Podemos “no es un partido asambleario”, lo que ha dejado perplejos a sus militantes.
La historia de Podemos en Cataluña es compleja, porque se unió, desde el primer momento, a grupos de izquierda ya existentes, con la idea de constituir alternativas de carácter transversal. El problema lo ha tenido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y se ha plasmado en otras ciudades, como Sabadell.
Con Joan Berlanga al frente
En la carta de los militantes molestos con Marta Morell se muestra con claridad: “Ante esta situación --la imposibilidad de convocar una asamblea-- muchas inscritas e inscritos decidimos mantenernos en el espacio de Comuns, el espacio que une, que suma y en el cual personas que venimos de diferentes sensibilidades hemos sido capaces de trabajar juntos, en un proyecto común para nuestra ciudad. Proyecto votado en asamblea y liderado por Joan Berlanga, cabeza de lista elegido democráticamente en asamblea abierta por nosotros, los militantes de base”.
Y se añade que “la actual secretaria general, Marta Morell, ha demostrado su falta de liderazgo ya que no ha sido capaz de aglutinar todas las sensibilidades y singularidades de las personas que conforman Podem Sabadell, mostrando un personalismo extremo y excesivo donde solo han primado sus intereses personales. Como consecuencia de su afán de protagonismo decidió romper de forma unilateral con Sabadell En Comú Podem y encabezar su propia candidatura, insistimos, sin contar para nada con la militancia, excepto con el grupo cercano a ella”. Ante todo eso, “los inscritos en Podemos Sabadell consideramos que la expresión de nuestras sensibilidades se encuentra en Sabadell En Comú y por lo tanto, apoyamos la candidatura de Joan Berlanga al Ayuntamiento de Sabadell”.
Alternativas de gobierno
Pero, como ocurre en el campo del independentismo, con una proliferación de listas encabezadas por Junts per..., o por Junts per la Unitat de..., los votantes en Sabadell que quieran votar a Podemos tendrán dificultades para elegir la lista correcta.
En Sabadell, la quinta ciudad de Cataluña, con 211.000 habitantes, está en juego la reedición del acuerdo de gobierno de 2015, entre las llamadas fuerzas del cambio, con La Crida (Entesa-CUP), ERC, Unitat pel Canvi (que ahora es Sabadell en Comú), y Guanyem Sabadell, (ahora se llama 100% Sabadell) o la posible victoria del PSC, que tiene como alcaldable a Marta Farrés, en la medida en la que consiga acuerdos con los Comuns, de Joan Berlanga o con Ciudadanos.
Esas son las siglas. Para llegar a ellas, en el campo de la izquierda alternativa, la marca de Podemos tiene una responsabilidad grande.
Pablo Iglesias y Ada Colau en un acto de campaña
Una historia compleja en Sabadell
Lo que el grupo de militantes de Podem Sabadell expone es que han sido los personalismos los que ha impedido la unidad de ese espacio. En 2015, nació Unitat pel Canvi, que englobaba a ICV, EUiA y Podemos. Se quedó a sólo 300 votos de ganar la alcaldía. Pero ya había aparecido un problema: la aparición de un partido liderado por Marisol Martínez, que había sido expulsada de EUiA, y que quiso confundir a los votantes con la bandera de ser la representante de Podemos. Ahora, es la candidata de 100% Sabadell, después de ser la líder de Guanyem Sabadell. Ello impidió, se asegura ahora desde Podem Sabadell, que Joan Berlanga, que se había quedado a 300 votos, ganara las elecciones.
Posteriormente se produjo una lucha entre Marta Morell y el secretario general de Podemos, Ramón Vidal, y con Unitat pel Canvi. Morell acabó pidiendo el voto para la Crida, que agrupa a la CUP.
La historia es enrevesada. Vidal perdió la secretaría general de Podemos en beneficio de Morell, haciéndose de manera “poco ética”, se señala, con el censo de los militantes. Vidal quiso protagonizar un proyecto propio, y eso dio lugar a Ara Sabadell, lo que se puede considerar como una escisión de Podemos.
Escisiones y escisiones
El resto de militantes, lo que quedaba, el grueso de hecho, se articuló alrededor de Sabadell en Comú, que se considera heredera directa de Unitat pel Canvi que, con Joan Berlanga, estuvo a punto de ganar en 2015.
La paradoja es que ninguno de esos dos dirigentes, ni Morell ni Vidal, han aceptado un sistema de primarias, y los dos se consideran dirigentes de Podemos, con lo que los militantes reciben información de Podemos-Círculo Decano (Vidal), y de Podemos (Morell).
Toda esa división constata la imposibilidad de Podemos en Cataluña de establecer espacios comunes, desde la unidad, con otros grupos de mayor tradición, como ICV, la formación heredera del viejo PSUC, o de EUiA, una escisión, en su momento, de ICV.
Sabadell concentra todas esas contradicciones de la izquierda, entre el personalismo y la falta de un proyecto claro, ideológico y de transformación de la realidad desde posiciones posibilistas.