Una envolvente. O, de forma más clara: un baño de realidad. Es lo que exhibe en estos momentos el presidente en funciones, Pedro Sánchez, pendiente de su investidura, pero también el PSC, que desearía iniciar una legislatura que permitiera una aproximación con el Gobierno catalán. Lo que se juega es rotundo: si Esquerra no vota a favor de Miquel Iceta, para que sea designado senador autonómico, y, por tanto, presidente del Senado, se abre un periodo de confrontación directa, con un añadido para los socialistas de vital importancia: “El independentismo no es decisivo en el Congreso, no es necesario para las cuestiones cruciales de la legislatura, y eso lo deben asumir”.
Ese comentario de un dirigente socialista muestra que no hay ninguna predisposición para un acercamiento con los independentistas catalanes, a pesar de que ese ha sido el principal argumento de Ciudadanos y del PP para cargar con fuerza contra Pedro Sánchez. Lo que está en juego en el pleno de este jueves en el Parlament, donde se votará la designación de Iceta es toda una estrategia que los republicanos saben que es la única posible, pero que les causa todavía muchas dudas. ¿Por qué?
Iceta, "el hombre del 155"
Fuentes de Esquerra señalan que las circunstancias serían otras si esa votación se produjera, por ejemplo, en junio. Pero queda encajonada en plena campaña electoral, antes de las elecciones municipales y europeas del 26 de mayo. La lucha sin cuartel con el mundo postconvergente que representa Carles Puigdemont, lleva a Esquerra una reflexión: “¿Se puede apoyar a Iceta cuando desde el otro lado se recuerda que es el hombre del 155 y de declaraciones que no ayudan a solventar la situación”. Ese “otro lado” es Junts per Catalunya, que ya ha anunciado que no votará a favor, junto a la CUP, que tampoco quiere saber nada de Iceta, y también junto a dos diputados de Democràtes, Antoni Castella y Assumpció Laïlla, que forman parte del grupo de ERC.
La presión a Esquerra es total. Los republicanos no habían tomado este martes todavía una decisión. En las próximas horas el debate se intensificará. El entorno de Oriol Junqueras y de Pere Aragonès, los dos hombres fuertes del partido están en contra de los vetos, y verían bien que Iceta siguiera el camino hacia la presidencia del Senado. Pero las bases del partido cuentan, los cuadros medios también y la figura, de nuevo, de Puigdemont es determinante.
La campaña de Puigdemont, con los carteles para las europeas
El PSC, tranquilo
Sin embargo, y esa es la fuerza ahora mismo de los socialistas, la decisión que tome finalmente ERC no causará una tormenta. Sánchez ha provocado un problema enorme en el partido republicano, pero no en el PSOE ni en el PSC. Con la decisión ya tomada de constituir la Mesa del Congreso con representantes del PSOE, del PP, de Ciudadanos y de Unidas Podemos, dejando fuera a los independentistas y a los nacionalistas vascos, Sánchez no tiene ninguna intención de iniciar una aproximación con los independentistas.
En las votaciones en el Congreso, además, se sumará otra circunstancia. Oriol Junqueras, por parte de ERC y Jordi Sànchez, por parte de Junts per Catalunya, tomarán sus actas de diputado. Pero podrían quedar suspendidos de inmediato, por el Tribunal Supremo, porque siguen inmersos en el juicio por el proceso soberanista. Sin que Esquerra ni JxCAT tengan ningún deseo de acceder a correr la lista, con lo que los dos políticos perderían su condición de diputados, eso supondrá que la mayoría parlamentaria quedará en 174 diputados.
Pere Aragonès, vicepresidente de la Generalitat
La hora de la ERC responsable
Lo que se juega Esquerra es un inicio duro, complicado, con un horizonte para intentar solucionar el problema catalán, mucho más lejano. Y no hay muchas otras alternativas. Un posible Gobierno de coalición de PP con Ciudadanos, con el apoyo de Vox, hubiera supuesto un bloqueo total. Lo que le sugiere Pedro Sánchez a Esquerra es que asuma sus responsabilidades. “Puede ganar en Cataluña, puede gobernar, y se puede llegar a acuerdos, pero depende de cómo logre romper con el mundo de Puigdemont".
Y todo eso comienza con una votación: a favor de Miquel Iceta como senador autonómico y presidente del Senado.
Suficiencia socialista
Las mismas fuentes republicanas admiten que esa es la realidad, pero que también existe muchas ganas de votar en contra de Iceta, “porque tampoco ha ayudado, ni por el contenido de sus declaraciones, ni por las formas, tampoco las de Pedro Sánchez y de todo el socialismo en su conjunto”.
El tic tac ya ha comenzado. Mientras Esquerra intenta calmar los nervios, esta vez el PSOE y el PSC respiran con cierta suficiencia.