El PSOE ya ha escogido socio, aunque sea para controlar la mesa del Congreso. El gobierno de Pedro Sánchez espera evitarse las trabas que la anterior Mesa –controlada por la derecha de PP y Cs– puso a su iniciativa legislativa. Así, la nueva aritmética parlamentaria asegura a los socialistas tres sillas, con la presidencia de la Cámara entre ellas.
La Mesa, según publica El Español –socio de Crónica Global–, está compuesta por el presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. Más allá de las tres sillas del PSOE, parece seguro que el PP ocupará dos dada su condición se segunda fuerza parlamentaria con 66 diputados. La incógnica reside en saber cómo se repartirán los demás y qué papel tendrán Vox y los independentistas, aunque Jose Luís Ábalos dejó claro que tenían intención de "integrar la pluralidad que han expresado las urnas".
Quinielas y nombres
Para la presidencia del Congreso, suena con fuerza la actual vicepresidenta en funciones Carmen Calvo. Si cada partido se votase a sí mismo, el reparto beneficiaría a PSOE, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos, que contarían con dos puestos cada uno sin contar con el presidente, que decantaría la balanza hacia una mayoría progresista. No obstante, los pactos pueden hacer que haya desviaciones en ese reparto entre los cuatro grandes partidos.
Los socialistas podrían prestar apoyos a Podemos para asegurar que tenga dos puestos al tiempo que abre la puerta a que los independentistas tengan un representante en la Mesa. ERC y Junts per Catalunya junto a Bildu suman 27 escaños, tres más que Vox. Así, un diputado de Esquerra Republicana podría ser el primero en formar parte de una mesa parlamentaria.