De Gispert se plantea renunciar a la Creu de Sant Jordi

Núria de Gispert está dispuesta a renunciar a la Creu de Sant Jordi. La expresidenta del Parlament pone el galardón a disposición del Govern y asume su "error" por el tuit en el que tildó de "cerdos" a políticos catalanes del PP y Ciudadanos.

En una carta abierta al Ejecutivo catalán, que publica el Diari Ara, de Gispert admite que su comentario en redes sociales fue desafortunado, pero considera "exagerada" la polémica que suscitó. Aún así, está dispuesta a renunciar al premio. 

"Consecuencia de un maldito tuit"

La política acusa a los "medios de comunicación, líneas editoriales y opinadores de toda clase" de crear "un ambiente proclive" a que le retiren el galardón a "consecuencia de un maldito tuit". "Se tergiversó lo que yo había escrito, y se silenciaron mis explicaciones. Tampoco pareció importar que me haya disculpado por el tuit, que reconocí, era desafortunado. Ni que lo hubiese borrado, al ver las interpretaciones que se estaban difundiendo", ha intentado justificar. 

"El mal ya estaba hecho", continua de Gispert, tratando de buscar otros responsables a sus actos. "Los profesionales de la crispación no estaban dispuestos a desaprovechar la situación planteada", lamenta en la misiva. 

Otros "errores"

Esta no es la primera vez que la expresidenta de la Cámara catalana carga contra sus oponentes políticos a través de Twitter. De Gispert ha hecho gala de su xenofobia invitando a la líder de Cs en Cataluña, Inés Arrimadas, a "volver a Cádiz". Aún así, denuncia una "campaña política contra su persona", lo que considera "profundamente preocupante". 

"No podemos permitir que se restrinja ni se coarte la libertad de expresión de todos, seamos quienes seamos, si queremos construir una sociedad avanzada democráticamente", prosigue el escrito, en el que ensalza este principio como "un valor básico republicano". 

"Erosionar el Govern"

Aunque admite que el comentario no era "afortunado", sostiene que ha sido "muy oportuno" para los que no pierden ninguna oportunidad para "erosionar a un Govern y un Parlament vulnerables",  e "inocular nuevas dosis de crispación política". 

Lo que no recuerda de Gispert en la misiva es que sus numerosas salidas de tono provocaron su reprobación en la Cámara catalana y su despido de la mutua de abogados donde trabajaba.