El PP huye del fantasma de la UCD
Casado impulsa ahora un cambio de estrategia para regresar al centro, con críticas a Ciudadanos y Vox, pero ya no podrá, según los expertos, ser hegemónico en el espacio del centro-derecha
3 mayo, 2019 00:00El peligro existe. Depende de los pasos que tome Pablo Casado. Hay un vocablo extraño, utilizado hace ya muchos años, que vuelve a recuperar su protagonismo: “ucedización”. La UCD de Adolfo Suárez, que protagonizó la transición, se desplomó en 1982, con la mayoría absoluta del PSOE. No se recuperó, y la Alianza Popular de Manuel Fraga ocupó, progresivamente, el espacio del centro-derecha, que se afianzó con la refundación y transformación en el PP en 1989 con José María Aznar. ¿Está el PP de Pablo Casado en esa situación? El PP huye del fantasma de la UCD, pero las desavenencias internas son enormes, los reproches aparecen y hay dos fuerzas políticas que esperan el momento: Ciudadanos y Vox.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre reapareció este jueves en la escena política. Con motivo de la recepción por la festividad del Dos de Mayo, en la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Aguirre responsabilizó a Mariano Rajoy del declive electoral, y tanto ella como Pablo Casado pidieron que los votantes de Ciudadanos y Vox vuelvan a confiar en el PP en las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo. Todo eso con un invitado al que no saludó Casado: Ángel Garrido, el expresidente de la Comunidad de Madrid que se ha pasado a Ciudadanos, porque, según él, “el partido –el PP—se ha movido del centro”.
Ideología o líder
El peligro de que el PP sufra un cataclismo es real, aunque está en sus manos evitarlo. Lo señala José Luis Sanchis, uno de los primeros asesores políticos en España, que entró en la Moncloa con Adolfo Suárez en marzo de 1977. Lo vio todo, lo escribió todo. “Los partidos se mueren, y hay una larga evidencia de ello. Pueden salvarse si tienen una de estas tres características: una ideología, un líder o un tema concreto, que actúe como bandera”, señala a Crónica Global.
¿Y eso lo tiene el PP? Sanchis duda. Considera que la suerte de un partido depende del mercado, y esta vez el PP tiene competencia, “a su izquierda Ciudadanos, a su derecha Vox, y si no consigue atraer a sus antiguos votantes, en las próximas elecciones podría quedarse en la estacada”. Esos próximos comicios serían unas nuevas generales, no las autonómicas y municipales del 26 de mayo. “Existe una dinámica distinta en esos comicios, y es cierto que el PP tiene una estructura en todo el territorio, pero hay una cuestión: cuando hay oferta, el dirigente de segundo nivel, el territorial, se puede pasar a ese nuevo partido sin problemas para integrar listas, para optar a cargos”. Para Sanchis si un partido tiene claras las tres cuestiones que enumeraba, puede seguir compitiendo.
Criticar a los votantes de Vox y Ciudadanos
El PP se ve inmerso ahora en esas elecciones. No puede cambiar mucho su estrategia ni rehacer su ideario político. Casado ha destituido a los anteriores responsables de campaña, como Javier Maroto, que ha perdido, además, el escaño por Álava. El nuevo lema es “centrados en tu futuro”, con la pretensión de recuperar el centro político.
¿Pero ese centro político existe en sí mismo? El periodista Federico Jiménez Losantos lo señalado en su columna en El Mundo, al afear a Casado que se haya limitado a criticar a los votantes de Ciudadanos y Vox. Es esa característica la que le recuerda a la UCD. “La UCD de 1982 se ofrecía ‘frente a la derecha dura y la izquierda inmadura’, pero su utilidad política había caducado tras la dimisión de Suárez en 1981 para abortar un golpe de Estado que de todas formas se produjo. Lo que nunca vi en la travesía del desierto de la derecha fue a Aznar atacando a los votantes del CDS o UCD, como está haciendo el PP con los de Ciudadanos y Vox. Eso es la ucedización”.
Diques de contención del PP
El politólogo José Fernández Albertos lo ve distinto. Considera que el PP, pese a ese desconcierto que muestra en estos momentos Pablo Casado, con la aparición de esos resquemores personales como exhibió Aguirre, el partido “tiene diques de contención importantes respecto a Ciudadanos y Vox: su capacidad de gestión, su experiencia de gobierno, la pluralidad ideológica, que le ha llevado a gobernar desde Galicia a Málaga, pasando por las zonas rurales en Castilla y León”.
Ahora bien, Fernández Albertos expone el problema más urgente: “Los liderazgos del PP tienen pocas cartas para tomar una decisión en un sentido o en otro, pero es un partido con poso, con organización”. ¿El peligro o el obstáculo principal? “El PP debe acostumbrarse a que no volverá a recuperar todo ese espacio del centro-derecha, debe aprender a convivir con otros espacios, eso sí parece claro”.
Manuel Milián Mestre
Vox y Cataluña
Quien lo ha vivido con intensidad, y, por tanto, tiene también un cariz subjetivo es Manuel Milián Mestre, que le ha enviado una carta “muy dura” a Pablo Casado. Milián Mestre ha remitido en los últimos años numerosos informes a la dirección del PP sobre cómo podía gestionar la situación política en Cataluña. Con pocas respuestas, por parte del partido, considera que el peligro de acabar como la UCD es real. Y no se olvida de una cuestión: "Es incomprensible designar a una candidata como Cayetana Álvarez de Toledo, que es buena para Madrid, pero no puede ser candidata en Cataluña. Eso es un problema que el PP no puede darse el lujo de tener si quiere ser un partido de futuro: no tiene presencia en el País Vasco y en Cataluña tiene sólo una diputada".
Cayetana Álvarez de Toledo, con Alejandro Fernández y Joan López Alegre
La receta del que fuera mano derecha de Manuel Fraga en Cataluña es que el PP “se olvide de Vox”. La pugna “debería estar con Ciudadanos, para obligar al partido de Albert Rivera a fijar posiciones sobre todas las cuestiones que se propongan, poniendo de manifiesto que son ellos los que cambian constantemente”. Lo que puede pasar, a juicio de Milián Mestre, “es que se actúe por venganza, como ha pasado con Garrido”, en alusión al fichaje por parte de Ciudadanos del expresidente de la Comunidad de Madrid.
Líderes políticos, no altos funcionarios
Lo que propone el veterano político es que el partido “combine exdirigentes con experiencia, con jóvenes con fuerza, para hacer política, lejos de esa idea de Rajoy que apostó por altos funcionarios del Estado”. Experiencia, gestión e ideología, reclama Milián Mestre, que insiste en olvidarse de Vox.
Lo que reclama, para “salvar” al partido, es “reconciliación entre las dos Españas, no estar siempre con ese debate de fondo; apostar por reformas sistemáticas; descartar cualquier cuestión revolucionaria y defender a las clases medias, desde la solidez de un programa económico, pero también con una apuesta por el bienestar social”.
Concentración en la plaza Colón de Madrid, con Abascal, Casado y Rivera.
Reagruparse con Ciudadanos
El ensayista Juan Claudio de Ramón expone la vía más práctica que podría tomar Casado para evitar ese fantasma de la UCD. “Veo dos caminos: el primero pasaría por reagruparse en el centro con Ciudadanos, y el otro por reagruparse en la derecha con Vox. Pero, realmente, es difícil que el PP pueda volver a ser el partido que abarcaba todo el espacio existente desde el centro a la derecha. Es más llevadero reciclarse como un partido conservador absorbiendo a Vox, que ahora cotiza a la baja, que competir con Ciudadanos, que ahora mismo parece ocupar el centro liberal”.
El problema central lo señala Joan Botella. “¿Dónde está ahora el PP?, ¿en qué cree?”. Botella le da la vuelta al problema. “Si lo sabe, si toma una decisión sobre qué quiere defender, es Ciudadanos quien tendrá el peligro de ser una nueva UCD, porque tiene menos estructura, y posiciones oscilantes sobre muchas cuestiones”. ¿Es consciente de ello la actual dirección del PP?
El ataque esperado de Rivera
Todos los consultados, y un miembro de la actual dirección del PP, sí coinciden en un acción de futuro, que se puede resumir con la frase: “Ciudadanos no lo va a dudar, ha visto que puede superar al PP e irá a por todas, sabiendo que, tal vez, no pueda superar a los populares en las autonómicas y municipales, pero justo después correrá para ser la referencia en el centro-derecha”.
¿Pactar, entonces con el PSOE, por parte de Ciudadanos? Nadie lo aconseja, desde el punto de vista de los intereses particulares del partido de Rivera. “Quien debe moverse y rápido es Casado”, claman todos. El fantasma de la UCD, con todas las diferencias y el periodo histórico, “ronda la sede del PP”.