El Gobierno de Pedro Sánchez ha presentado a la Unión Europea su plan para cumplir con el déficit en el horizonte 2022. El programa agrupa una sucesión de subidas de impuestos que comenzará el año que viene, en 2020, en las que se recaudarán un total de 5.654 millones de euros al final del ejercicio, según las estimaciones del Ejecutivo.
El PSOE ha trabajado intensamente durante la campaña electoral en evitar la concreción de estas medidas. Una vez pasadas las elecciones generales, sólo dos días después de tener asegurado el control de las Cámaras políticas, la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos ha actualizado el Programa de Estabilidad 2019-2022 y el Programa Nacional de Reformas de 2019. La nueva versión se encuentra bajo la revisión de Bruselas, que remitirá sus conclusiones sobre él en los próximos días.
Reducción del crecimiento del PIB
La revisión llevada a cabo por Sánchez y su equipo político ha querido ser conservador en sus proyecciones económicas para los próximos años, un movimiento avalado públicamente por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). El nuevo documento enviado a las instancias europeas sitúa la tasa e crecimiento del PIB de 2019 en el 2,2% mientras que en la anterior versión se situaba en el 2,4%. Este hecho también se reproduce en los dos ejercicios posteriores, donde la previsión se ha reducido en 0,4 y 0,5 puntos porcentuales respectivamente a lo previsto en abril de 2018. Para el horizonte 2022 se prevé que el PIB crezca un 1,8%, esto es, 0,8 puntos porcentuales por debajo del proyectado para 2018.
Actualización del Programa de Estabilidad 2019-2022 / MINECO
Sin embargo, la reducción del déficit público ha sido revisada al alza por el Gobierno. Estima que, al finalizar el año 2019, la deuda pública se habrá reducido en 1,3 puntos porcentuales con respecto al año anterior, lo que representaría el 95,8% del PIB --frente al 97,1% de 2018--. En la actualización de abril de 2018, este dato se situaba en el 95,2%. La reducción de la ratio de deuda pública sobre el PIB "continuará en los años posteriores", asegura el Ejecutivo en su nuevo proyecto, hasta situarse en el 88,7% en 2022.
Subidas de impuestos
Para conseguir esta reducción del gasto, el Ejecutivo de Sánchez prevé aumentar la carga impositiva de las rentas altas, los grandes patrimonios y del impuesto de sociedades, entre otras medidas que ya habían sido llamadas a ocurrir en los Presupuestos Generales del Estado para 2019 que no consiguieron aprobarse. Respecto al tributo de sociedades, se limitarán algunas exenciones y impondrá un tipo mínimo de tributación del 15% para las grandes compañías. Por otro lado, las empresas con una facturación menor al millón de euros verán reducida su contribución a esta carga fiscal hasta el 23%.
En lo que se refiere a la recaudación por el IRPF, el Gobierno subirá dos puntos porcentuales los tipos impositivos para las rentas superiores a 130.000 euros, y cuatro puntos para las superiores a 300.000 euros y a 140.000 euros, respectivamente. El impuesto sobre el patrimonio subirá un 1% para aquellos superiores a 10 millones de euros.
Diésel y economía digital
El conocido como impuesto al diésel continúa entre las previsiones de Sánchez, aunque en el documento remitido a Bruselas se especifica que este gravamen "busca proteger el medioambiente" más que un "objetivo recaudatorio per se", ya que la idea base es la de equiparar progresivamente la fiscalidad del diésel y la de la gasolina. El horizonte a alcanzar se concreta en una subida de 38 euros por cada mil litros, aunque solo para los usuarios ya que el gasóleo de uso profesional y el gasóleo bonificado no se verían afectados, por ahora.
Asimismo el Gobierno pone un ojo en la tasa digital, también conocida como tasa Google. Este gravamen se aplicará a un tipo del 3% a los ingresos generados por servicios de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea como los que prestan las redes sociales y la venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario.
Un proyecto "factible"
La AireF ha acogido positivamente la nueva actualización del Programa de Estabilidad nacional y considera "factible" el impacto macroeconómico de las medidas adelantadas por el Gobierno. Asegura, sin embargo, que el escenario económico "podría verse afectado" por la evolución de la economía y el comercio mundial, así como por "la posibilidad de contagio ante episodios de percepción de incremento del riesgo en países de la zona euro, como Italia, o la salida del Reino Unido de la Unión Europea".
Ha apoyado, asimismo, la "transparencia" del Ejecutivo para con sus propuestas de contención del déficit y destaca "dos avances sustantivos". Por una parte, el mayor detalle sobre los flujos de rentas de los sectores institucionales y, por otro, la inclusión de "un estudio propio de los errores de las proyecciones macroeconómicas en ejercicios pasados", dos propuestas que había realizado la propia AIReF.