El 1-O como el día más importante de una vida, y también como una votación que, dicen, desconocían que fuera ilegal. Los testimonios de ciudadanos que sufrieron lesiones durante el referéndum del 1 de octubre de 2017 han mostrado ante el Tribunal Supremo un amalgama de posiciones que iban desde la épica por participar en jornada que consideraban que cambiaría el futuro político de Cataluña a la ignorancia ante las “advertencias” de los tribunales.
"La gente lloraba de rabia por la libertad con que la policía nos apaleaba”, ha explicado Albert Salvadó, concejal investigado por los hechos del 1-O y quien ha situado toda la responsabilidad de los acontecimientos de esa jornada a la actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Durante su declaración, Salvadó ha confundido incluso al Tribunal Supremo con el Tribunal Constitucional cuando ha afirmado que “no sabía que había una resolución judicial que impedía la celebración del referéndum". "Sabía que había advertencias por parte del Supremo”, ha añadido. Unos requirimientos que no fueron realizados por el Supremo sino por el Constitucional, tribunal que decide sobre la constitucionalidad o no de las leyes aprobadas por los parlamentos.
“No sabía que era delito”
Antes del concejal, ha declarado Joan Pau Salvadó, quien estuvo votando en el Pabellón de Sant Carles de la Ràpita y llegó al colegio sobre las 8:30 porque “ese era el voto más importante de mi vida”, ha expresado. Cuando la Abogacía del Estado le ha preguntado por la suspensión que el TSJC había hecho del referéndum, ha esquivado el interrogatorio con una frase genérica de que “sabía que votar no es delito”.
Salvadó también ha narrado que los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado en “ningún momento” intentaron entrar al edificio tras hablar con las personas congregadas en los colegios: “Entraron a saco, nadie se lo esperaba. Un grupo muy reducido nos sentamos, pero vimos que no serviría de mucho y nos levantamos. No escuché que se les llamase maricones ni que les mataríamos".
Las declaraciones de los testigos han coincidido en alegar desconocimiento sobre la ilegalidad del acto que estuvieron apoyando y a responsabilizar a los policías de los altercados. En este sentido, ninguno de ellos ha dicho haber visto ataques por parte de los ciudadanos a los agentes de la Guardia Civil o Policía Nacional. Julià Fernàndez, quien votó en la Escuela Industrial y posteriormente fue al Col·legi Nostra Llar, ha negado que se “lanzasen objetos, o bien que se agrediesen a los policías”. “Hubo insultos pero no amenazas”, ha apostillado.
Mossos Vs Policías
A preguntas de la Fiscalía, Fernández ha explicado que saludó a los Mossos d'Esquadra y estos le comentaron que había demasiado gente y que "no podían hacer nada más de lo que ya habían hecho".
Esa distancia entre la actuación de la policía autonómica con las fuerzas estatales también ha sido puesta de manifiesto por la apoderada de ERC en el Colegio Nostra Llar, Pilar Calderón, cuando ha relatado que "la gente se sentaba en el suelo con los brazos en alto. No vi ninguna agresión a la policía. Los Mossos custodiaban a la gente herida".