La Generalitat ha cargado contra el exdelegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, por su incorporación como secretario de Acción Exterior de la Junta de Andalucía. Un cargo que tiene entre sus funciones representar al gobierno andaluz ante la Unión Europea, entre otros asuntos internacionales.
La consejera de Presidencia del gobierno catalán, Meritxell Budó, ha apelado al hecho de que el Ejecutivo de dicha región esté constituido por formaciones conservadoras como PP y Ciudadanos (Cs), y cuente con el apoyo de la extrema derecha de Vox.
"No nos extraña"
"No nos extraña que un gobierno capitaneado por PP, Cs y Vox cuente con Millo para llevar a cabo las tareas que le ha encargado", ha comentado Budó en su rueda de prensa posterior al Consell Executiu este martes.
El comentario de la consejera revela el rechazo que la figura de Millo genera en el gobierno independentista catalán. El dirigente del PP fue delegado del Gobierno central durante el convulso otoño de 2017, en el que la Generalitat convocó un referéndum ilegal de independencia el 1 de octubre y proclamó la secesión el día 27 de ese mismo mes.
Acoso
El pasado 5 de marzo, Millo declaró en el juicio por estos hechos que se está llevando a cabo en el Tribunal Supremo contra varios dirigentes independentistas que, desde que se convocó la votación, y el día que se efectuó, se desarrolló un "clima de acoso, hostigamiento y violencia" para impedir la acción de la Justicia y policial que fuera considerada "un ataque" a las instituciones catalanas. Algo de lo que responsabilizó al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont --cuyo planteamiento calificó como "suicida"-- y a varios de sus exconsejeros.
Días después de su testimonio, Millo denunció en varios medios de comunicación la campaña de intimidación que sufría por parte del independentismo mediante una "enorme avalancha de insultos y amenazas". Entre otros ejemplos, puso el caso del día que tuvo que abandonar un restaurante porque algunos clientes instaron al dueño del establecimiento a no servirle. O el grafiti que pintaron ante su casa deseando su muerte, y que borró su hija. Tras cambiar su residencia a Tarragona para vivir en un lugar más tranquilo, ahora dejará Cataluña y fijará su residencia en Andalucía.
El consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, ha explicado que han valorado la "trayectoria política y profesional" de Millo para defender su nombramiento.