Enric Millo será el nuevo secretario general de Acción Exterior de la Junta de Andalucía que preside el popular Juanma Moreno. El cargo está adscrito a presidencia, y depende directamente del líder del ejecutivo andaluz, con lo que el exdelegado del gobierno en Cataluña tendrá rango de viceconsejero.  

Entre sus funciones destaca la representación de la comunidad autónoma en la Unión Europea y la máxima responsabilidad sobre la delegación andaluza en Bruselas. Asimismo, también se encargará de gestionar la relación con Portugal y Marruecos, países con los que hace frontera. 

Nombramiento

El exdelegado en Cataluña ha "agradecido la confianza" del presidente andaluz. Asimismo, ha segurado que se trata de un "gran reto profesional y político" que afronta con mucha "ilusión y voluntad de servicio público a la Comunidad y al conjunto de España". 

Enric Millo fue cesado de su cargo como delegado del gobierno en Cataluña en junio de 2018, tras la moción de censura del PSOE que echó a Mariano Rajoy de la presidencia y puso a Pedro Sánchez en su lugar. Le tomó el relevo la socialista Teresa Cunillera, que actualmente ostenta el cargo. 

Trayectoria

Enric Millo tiene una dilatada trayectoria política en Cataluña. Fue militante de Unió Democràtica de Catalunya y portavoz adjunto del grupo parlamentario de Convergència i Unió en el Parlament durante las últimas legislaturas de Jordi Pujol. Tras dejar de ser cabeza de lista por Girona en 2003, abandonó la militancia y tiempo después se incorporó al PP. Entre las dos formaciones, hay quien asegura que intentó entrar en ERC, algo que Millo ha negado en reiteradas ocasiones. 

Ya como miembro del Partido Popular, desde 2010 fue portavoz de su grupo con Alicia Sánchez-Camacho y Xavier Garcia Albiol hasta su nombramiento como delegado del Gobierno en Cataluña en 2016. Durante su mandato, el independentismo y sectores de la izquierda en Cataluña criticaron su gestión con el referéndum ilegal del 1-O y el papel que jugó en los días posteriores. Millo ha denunciado en reiteradas ocasiones situaciones cotidianas de tensión, como una vez que lo obligaron a irse de un restaurante, algo que tachó como una "intimidación contra los que difieren de la posición excluyente".