La candidata de Ciudadanos en las elecciones generales por Barcelona, Inés Arrimadas, cuando ha ido a votar a su colegio electoral en el distrito de Les Corts de Barcelona, ha vuelto a experimentar el desprecio que habitualmente recibe en sus actos públicos por su condición de constitucionalista.
En presencia de una nube de periodistas, la presidenta de la mesa electoral en la que tenía que votar le ha negado el saludo en dos ocasiones. Arrimadas le ha tendido la mano antes y después de depositar las papeletas en las urnas pero, en ambas ocasiones, la mujer ha agachado la cabeza. Las otras dos vocales de la mesa sí que le han devuelto el saludo dándole la mano, un gesto habitual de cortesía con los candidatos.
"Cataluña está dividida"
En declaraciones a los medios, Arrimadas ha lamentado lo ocurrido. "Pues esto es Cataluña. Cataluña está dividida y el nacionalismo provoca lo que siempre ha provocado", ha indicado.
"A mí me sabe muy mal que no te quieran ni dar la mano, pero es un ejemplo de lo que tenemos que sufrir en Cataluña y de la división social que tenemos en Cataluña", ha añadido la dirigente de Cs.
Menosprecio reiterado
En las últimas semanas, Arrimadas ha recibido destacadas muestras de menosprecio por parte de los independentistas. Tras un acto de la líder de Cs en Amer (Girona), varios activistas limpiaron con lejía la plaza en la que estuvo la candidata para "desinfectar" la zona. Una escena que se repitió en Torroella de Montgrí (Girona).
En la plaza mayor de Vic, Arrimadas fue acosada e increpada por un grupo de independentistas al grito de "mala puta", "puta España", "fuera" y "visca Terra Lliure", la banda terrorista que defendía la secesión de Cataluña.