Ni Eslovenia ni Dinamarca. El último caso en el que se inspira el nacionalismo es el de una región de Oceanía que acaba de independendizarse. Josep Lluís Alay, el jefe de la oficina de Carles Puigdemont, ha explicado mediante las redes sociales el caso de Bougainville, que pertenece al Estado de Papúa Nueva-Guinea.
Alay ha reivindicado la figura de Noha Musingku, quien ha proclamado la secesión de la región: "Retos del referéndum de autodeterminación de Bougainville. Noah Musingku, conocido como rey David Peii II, declaró la independencia y soberanía de una pequeña región de la isla. Ha creado un banco central y una moneda, además de 4 criptomonedas diferentes".
Fuera del marco comunitario
En el inicio del procés independentista, el expresidente de la Generalitat Artur Mas habló de un nuevo Estado catalán equiparable a la "Dinamarca del Sur". Los ejemplos se han ido sucediendo, pero se confinaban a un entorno cercano y de democracias consolidadas, como eran los casos de los referéndums en Escocia y Quebec.
Con la llegada de Quim Torra en la Generalitat, el president habló de forma desafortunada de la "vía eslovena" para la independencia. Una vía que causó decenas de muertos y se engloba dentro de una de las guerras recientes más cruentas del Viejo Continente.
El último ejemplo del equipo de Puigdemont ha sido el de una región de Oceanía que ha creado su propia moneda.