Una de las sombras que se atisban sobre el futuro de Carles Puigdemont es qué ocurrirá cuando le caduquen el DNI y el pasaporte.
El expresidente de la Generalitat, huido en Bélgica desde que declaró la independencia de Cataluña, reconoce su inquietud por ello, pues a partir de ese momento se quedaría sin su documentación en regla para circular por Europa. En el caso de su DNI, la caducidad llegará el 3 de febrero de 2020, es decir, en menos de un año. Y en el del pasaporte, "un año o un año y medio después", según admite.
"Problemas administrativos"
"Es evidente que eso va a crear unos problemas administrativos prácticos", admite Puigdemont desde su mansión de Waterloo en una amplia entrevista al diario argentino Clarín.
"Sin embargo yo continúo estando en situación regular, de residencia legal con libertad de movimiento en el espacio Schengen. Voy a administrar la circunstancia en la que me encuentre en ese momento. Pero nunca voy a dejar de de estar en situación de regularidad. Yo analizo mi situación como provisional. Cada día me levanto pensando que éste va a ser el último día en el exilio", explica.
Al margen de ello, el líder postconvergente insiste en su discurso habitual de que la vía unilateral a la independencia es "válida", en que él no es un "prófugo", y en que no dejó plantados en su huida a sus compañeros de Govern, algunos de los cuales están siendo juzgados en el Tribunal Supremo y en prisión preventiva.
"No renunciamos a la unilateralidad"
"La unilateralidad es siempre válida. Nunca hemos renunciado a ella", afirma, aunque matiza que "no ha sido nunca la primera opción. Ha sido la última. Pero siempre está ahí".
En este sentido, continúa considerando válida la DUI que proclamó el 27 octubre de 2017, antes de fugarse: "Fue una declaración válida, hecha por un Parlamento legítimo, democráticamente escogido, que además no ha sido rectificada por otro Parlamento. Hay un hito y está realizado. La parlamentarización de la independencia ya está hecha", sostiene.
Puigdemont, en Alemania
"Ilegal no es delito"
Al ser preguntado sobre el hecho de que sus compañeros juzgados y en la cárcel dicen que la declaración fue sólo política y sin efectos jurídicos, es decir, una simple declaración de intenciones, Puigdemont señala que "Lo que yo veo es que es un juicio sin garantías y que mis compañeros y amigos deben hacer todo lo que esté en sus manos para salir de esta farsa. Y todo está permitido porque no estamos afrontando un proceso judicial. Esto es una venganza".
Asimismo, el prófugo indica que la independencia "puede ser ilegal, pero ilegal no es delito". Y argumenta su tesis aduciendo que el Código Penal despenalizó la convocatoria de referéndums y que sólo es delito de rebelión "cuando hay un levantamiento tumultuario y violento". "Estamos ante la construcción de una ficción. Claro que preveíamos consecuencias pero ¿cuáles deberían haber sido las consecuencias? Las lógicas: consecuencias políticas. Sentarse a hablar", añade.
"Los prófugos no se sabe dónde están"
"Hoy Cataluña es un sujeto político de facto. No lo era hace dos años. Es un sujeto político reconocible como tal y eso forma parte de una estrategia: antes de llegar al reconocimiento hay que conseguir el conocimiento", dice, convencido de que está ayundando a "la internacionalización" del procés.
Sobre por qué no se considera un prófugo, aduce que "la justicia española sabe dónde vivo" y que "el Tribunal de Cuentas me envía las notificaciones aquí. Esto no se corresponde con la descripción de un prófugo. Un prófugo es alguien que no se sabe donde está y que cuando la justicia lo ha requerido ha huido. Yo soy un ciudadano europeo protegido por derechos europeos".
"No estoy de Erasmus"
Y sobre su posible traición al huir, apunta: "Yo hubiera traicionado si me hubiera ido al exilio y me hubiera ocultado o me hubiera callado". Y es que, en su opinión, "la gente sabe que yo no me fui de vacaciones, no me fui con una beca Erasmus", sino que "me he complicado bastante la vida. Un año y medio después puedo explicar qué hecho yo".
"Nosotros llegamos al acuerdo que, llegado el momento, cada uno iba a tomar la decisión que considerara mejor y que las íbamos a respetar y es lo que hemos hecho. A veces hay decisiones que se toman en función de decisiones muy personales y hay que respetar siempre", añade.
Según ha podido saber Crónica Global, los afines de Puigdemont están compartiendo la entrevista de Puigdemont a Clarín en grupos de whatsapp y ven con muy buenos ojos su intervención. Sus palabras han sido aplaudidas, entre otros, por la nueva consejera de Presidencia, Meritxell Budó.