Rebelión interna. Grupos en las redes sociales, en whatsapps, con duros reproches. La vicepresidenta del PDeCAT, Míriam Nogueras, la favorita de Carles Puigdemont, está recibiendo duro. Por parte de sus propios compañeros de partido. Y es que Nogueras ha ejercido de Puigdemont en Mataró, su localidad. Después de retirarse en el último momento, dejando colgado a su partido, ha designado digitalmente al alcaldable, Alfons Canela, a pesar de que existía un acuerdo del partido en el Maresme para que lo fuera Joaquim Fernàndez, y Canela como número dos de Fernàndez.
Nogueras ha aprendido rápido de Puigdemont, como señalan fuentes del partido. Tiene claro que goza de la complicidad del expresidente y quiere hacer y deshacer en el PDeCAT, que vive una situación muy complicada, sin que su presidente, David Bonvehí, pueda poner orden. Desautorizado Bonvehí por Puigdemont, que le ha hecho la lista electoral al Congreso, dejando en la estacada a los diputados veteranos que protagonizaron la moción de censura contra Mariano Rajoy, el presidente de la exconvergència ya no sabe dónde mirar. Y Nogueras pretende tomar el mando, pero con una gran oposición interna, con personas que no reconocen su supuesta autoridad, con galones que le ha colocado Puigdemont desde arriba.
Nogueras, con Puigdemont
Dirigentes con experiencia
La vicepresidenta del PDeCAT, número tres en la lista de Junts per Catalunya al Congreso, ha renunciado a la alcaldía de Mataró, después de ser la candidata desde hace meses, como publicó Crónica Global este miércoles. Las agrupaciones locales del PDeCAT de Mataró y de la comarca del Maresme se pusieron en marcha. Y en pocas horas, para salvar la situación, se llegó a un compromiso, que pasaba por recuperar a Joaquim Fernàndez, que había sido teniente de alcalde de Joan Mora, alcalde de CiU hasta 2015. Se trataba de recuperar a una persona con prestancia, reconocida por la militancia, y con Alfons Canela de número dos, que es el presidente de la agrupación local de Mataró. El beneplácito lo daba Carles Bosch, presidente de la agrupación comarcal del Maresme del PDeCAT.
Nogueras ha cortado por lo sano. Y por su cuenta y riesgo designó, haciéndolo público en una rueda de prensa, a Alfons Canela como alcaldable, asegurando que había que descartar “las reliquias del pasado”. Eso ha sentado muy mal en las bases del PDeCAT de la comarca del Maresme, porque dirigentes como Fernàndez son muy conocidos y han ejercido un papel notable en contacto constante con entidades y asociaciones, lo que hizo fuerte, en su día, a un partido como Convergència.
Reliquias del pasado
Esas “reliquias del pasado” son importantes para el PDeCAT, porque, al margen del resultado concreto, de si puede optar o no a la alcaldía de Mataró, frente al actual alcalde, el socialista David Bote, son votos necesarios que suman para el consejo comarcal o para las diputaciones, en este caso para la Diputación de Barcelona.
Nogueras, en un acto de la Crida de Puigdemont
El asunto de Mataró no se reduce a un problema local. Es ilustrativo de la descomposición del PDeCAT, que ha quedado en manos de los elegidos por Puigdemont, ante la perplejidad de la militancia de los exconvergentes. Nogueras ha mostrado su nerviosismo en las últimas horas, al comprobar que no tiene autoridad en el partido.
Nogueras, tocada
Lo que ocurra en las elecciones municipales será determinante para saber si el PDeCAT puede tener o no un futuro como partido, más allá de Puigdemont. Hay muchos cuadros locales, alcaldes, dirigentes en una segunda fila, que no pueden entender que se les califique de “reliquias del pasado”, principalmente cuando los supuestos sustitutos no se han ganado la plaza.
Y el dedo acusatorio, además de dirigirse hacia Puigdemont, se inclina claramente hacia Nogueras.