La organización juvenil independentista de extrema izquierda Arran ha atacado la sede del Partido Popular de Terrassa. Distintos encachupados han destrozado el establecimiento de madrugada con las caras tapadas y encachupados para pintar y liarse a martillazos contra el escaparate del local. En el mensaje se podía leer la reivindicación feminista "8-M es cada día". La acción violenta se grabó en un vídeo que la propia organización ha dinfundido por Twitter.
El PPC ha condenado la agresión vandálica que ha sufrido su local en la capital vallesana y ha asegurado a través de Twitter que "por mucho que intenten amedrentarnos, no lo conseguirán". La formación política ha asegurado que es la quinta vez en menos de un mes que tienen que condenar un ataque a la sede popular en Terrassa. La formación a nivel local también ha expresado su repulsa y ha agradecido "todas las muestras de afecto y condena a los ataques". Han asegurado que han denunciado los hechos a los Mossos d'Esquadra.
Repulsa del PSC
El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, se ha solidarizado con el PP por los ataques sufridos. En un tuit, el político socialista ha asegurado que desde su formación están "a favor del respeto". De hecho, los socialistas han sufrido distintos ataques en las últimas semanas. El último fue en hace unos días cuando la sede de los socialistas de Barcelona apareció pintada de lazos blancos.
Desde Ciudadanos, algunos cargos se han solidarizado con los populares. La consejera de distrito de Les Corts, Sonia Reina, ha tachado a la organización Arran de ser "kale borroka en Cataluña" y los ha acusado de "fascismo".
Crónica Global
Este medio de comunicación también sufrió un ataque de la organización radical independentista Arran. Jóvenes con la cara pintada arremetieron contra los cristales del digital a martillazos y esprais. Dos de los jóvenes iban cogidos de la mano y un tercero portaba la cámara.
Destrozos en la sede de 'Crónica Global' tras el ataque de Arran en enero / CG
El caso está en manos judiciales tras la correspondiente denuncia a la policía catalana. En ese caso, el modus operandi fue el mismo: grabaron la acción y se jactaron en las redes sociales.