María Jimena Duzán (Bogota, 1960) es un torrente. Su español fluye rápido y explica con fruición cómo Colombia se enfrenta a todas sus contradicciones tras un proceso de paz con enormes dificultades y tras un referéndum frustrado. Jimena lo ha plasmado en el libro Santos, paradojas de la paz y del poder, centrado en la figura del presidente Juan Manuel Santos, pero que resulta una especie de thriller político de su país, con idas y venidas, con todos los actores en juego y el análisis de una situación social que derivó, tras las últimas elecciones presidenciales, en la victoria de Iván Duque, el hombre de Álvaro Uribe, el gran adversario de Santos.
Jimena tiene claro que, al margen de todos los problemas, de su falta de carisma, de su altivez y de no haber apostado a fondo por los grandes cambios que Colombia precisaba, “Santos abrió la puerta para el final de la lucha armada en el mundo”. Con el final de la actividad de las Farc, tras 50 años de conflicto, la idea de que la violencia se puede mantener en el tiempo, con el objetivo de provocar cambios sociales, contra un estado, ya no es una alternativa viable en ningún país. Santos obtuvo el Premino Nobel de la Paz por ese proceso.
Santos, el hombre menos carismático del mundo
Lo explicó este jueves en el auditorio de la Casa América Catalunya, en un acto junto al director adjunto de Crónica Global, Manel Manchón. En la conversación aparecieron esas “paradojas” de las que habla Jimena en el libro. Una de ellas es la propia personalidad de Santos, miembro de una de las familias del establisment colombiano, que tuvo históricamente la propiedad del diario El tiempo. “Es el hombre menos carismático del mundo, pero se preparó para ser presidente desde pequeño, como miembro de las familias escogidas de Colombia”. Ese es, precisamente, uno de los grandes problemas de Colombia, a juicio de esta periodista, que trabaja en la revista Semana.
Asistentes en Casa América en la presentación del libro de María Jimena sobre Santos
En la charla posterior con los asistentes a la presentación del libro –el auditorio se llenó, con muchos colombianos e interesados en la política latinoamericana— Jimena explicó que Santos ‘vendía’ el proyecto de paz con las Farc a los grandes hombres de negocios y propietarios colombianos con una frase que ilustra ese gran error como hombre del establishment: “El acuerdo no les costará nada”. Jimena aseguró que era evidente que no podía ser así. “Colombia es un país que ha cambiado poco, que las etapas de progreso se han contrarrestado con periodos de contrarreforma, y un acuerdo de esa envergadura era necesario que sí costara, porque se debía reformar la propiedad de la tierra, el cambio en los cultivos, integrar a los guerrilleros de las Farc…, sin embargo Santos se implicó poco en esa idea de que sí debía costar”.
Sólo 50.000 votos
El resultado del referéndum, que es el momento en el que se inicia el libro, en la noche del 2 de octubre de 2016, para explicar a continuación todo el proceso de paz, y las conversaciones en La Habana, dejaron a Santos muy tocado. En gran parte todo se debió a la política de Álvaro Uribe, que hizo lo posible para que la votación fracasara. Sólo 50.000 votos establecieron la diferencia. Posteriormente, fue el parlamento el que lo aprobó, con algunas modificaciones. Esos mismos 50.000 votos fueron también la marca que lograron las Farc, ya como partido político, en las elecciones legislativas, lo que indica el poco apoyo social que obtuvieron.
Manel Manchón y María Jimena, en Casa América Catalunya
Jimena señala que toda la política colombiana ahora está sujeta a los vaivenes de Iván Duque, y de Uribe como senador. Y que está en peligro el mismo acuerdo de paz, pero no para regresar a una etapa de guerra. “Eso se acabó, aunque se mantiene activo el ELN, Ejército de Liberación Nacional, pero la lucha armada ya no volverá. Colombia ha entendido el valor de la paz”, señala esta periodista que se muestra optimista “porque hay manifestaciones, hay reacción social ante los cambios que pretende introducir Duque”.
Catatumbo, el hombre de las Farc
El libro genera sobresaltos en el lector. De ello dio cuenta Jimena en Casa América. Uno de los personajes centrales de todo el proceso de paz fue Pablo Catatumbo, miembro de las Farc. Fue el narcotraficante Pablo Escobar quien le salvó la vida, tras un primer encuentro sórdido e ilustrativo de los estados paralelos que han convivido en Colombia. La periodista habla con Catatumbo en La Habana, y expone la parte más humana de unos guerrilleros que vivieron fuera de la civilización durante décadas.
Uno de los momentos de mayor pasión en la charla en la presentación del libro llegó cuando Jimena se refirió a Hugo Chávez, con quien la administración de Santos había establecido un contacto fluido. Fue Chávez quien, “desde su lecho de enfermo convencía a miembros de las Farc para que firmaran los acuerdos de paz en La Habana. Estuvo en contacto con ellos, e influyó hasta el último momento”, señala Jimena.
La periodista colombiana María Jimena
¿Votar en contra de los homosexuales?
Pero el punto culminante llegó con la explicación del ‘no’ al referéndum. Como ha ocurrido con el brexit y con otros fenómenos “populistas”, Uribe basó su victoria en la explotación de distintos mensajes contradictorios. Uno de ellos era la “homosexualidad”, que se creía que se impondría en colegios y en universidades y que se acababa con la familia tradicional de padre y madre.
¿Y eso por qué? “Porque se daba dinero a miembros de las Farc para su integración, y muchas eran mujeres, sin maridos y con hijos, que habían formado familias. Esa figura se asoció a la idea de que se ponía en riesgo la familia tradicional”. En eso, Jimena sostiene que “antes que Trump, en Colombia tuvimos a Uribe, un auténtico experto en redes sociales, con millones de seguidores”.