Elisenda Alamany ha pasado de diputada de Catalunya En Comú-Podem en el Parlament a número dos de Ernest Maragall en la candidatura de ERC para las elecciones del ayuntamiento de Barcelona en tiempo récord: apenas un mes. La dirigente aterriza en el partido independentista reivindicando "los valores de los comuns de 2015", después de su sonoro portazo a la formación de Ada Colau, con la que está enfrentada.
Alamany ha firmado este jueves el acuerdo entre Nova --el partido que impulsó tras abandonar el grupo parlamentario de los comuns-- y ERC con un objetivo claro: desbancar a la actual alcaldesa del consistorio y "tomar su relevo de cuatro años".
"Hacer avanzar el país"
Así lo ha reconocido Marc Grau, presidente de Nova, una vez sellado el pacto en la sede de campaña de ERC, en la calle Còrsega, donde ahora luce también el logo de la nueva formación. El dirigente de Nova ha asegurado que este acuerdo "tiene los valores de los comuns" de hace cuatro años, cuando el triunfo de Colau ilusionó a buena parte de los barceloneses.
"Partíamos de la hipótesis de que en la ciudad no podían pasar cuatro años más sin un proyecto robusto", ha añadido. Su apuesta, de claro corte nacionalista, se basa en construir un nuevo "país" desde una perspectiva progresista, y ha defendido que es positivo empezar a hacerlo desde Barcelona: "Si hacemos avanzar Barcelona, hacemos avanzar el país".
Aunque todavía no se ha hecho público de forma oficial, Alamany pugnará con Colau como número dos de ERC, su candidatura rival, y favorita según las encuestas para arrebatarle la alcaldía. Y lo hará conservando todavía el escaño que obtuvo gracias a los comuns en las elecciones autonómicas del 21 de diciembre de 2017, después de haber abandonado su grupo parlamentario el mes pasado por no considerarlo lo suficientemente "soberanista". A día de hoy, continúa siendo diputada no adscrita.