La enseñanza pública en Cataluña está en plena ebullición, y sufre los estragos del proceso independentista y de la crisis en el sector. Los que padecen esa situación, por errores propios o porque el sustrato sociológico ha cambiado con claridad, son los sindicatos de clase. Y quien irrumpe con claridad es el sindicato independentista que ha arropado Carles Puigdemont, Intersindical-CSC, y que ha alentado todas las protestas y “paros de país” de los últimos años.
En las elecciones sindicales en el sector de la educación pública, celebradas el pasado 12 de marzo, el sindicato mayoritario ha vuelto a ser Ustec-STEs, que cuenta con el favor de la mayoría de profesores y profesoras, independentista y que fue impulsado, en gran parte, por la izquierda, por los que fundaron, en la transición, Bandera Roja, como Jordi Borja. Los sindicatos de clase, como CCOO, perdieron en esas elecciones hasta 35 delegados, desde los 93 que tenía, aunque se mantiene como la segunda fuerza sindical. Supone un palo enorme que los propios sindicalistas admiten y que será motivo de reflexión en los próximos días.
Poca participación en el Baix Llobregat
La sorpresa, o no tanto, ha sido Intersindical-CSC, un sindicato que se ha impulsado desde cero, y que se ha situado, en el sector educativo, en el tercer puesto, con 47 delegados. UGT y CGT pierden 2 y 4 representantes, respectivamente. El proceso de elección muestra una tendencia, marcada por esa preeminencia de Ustec, y por Intersindical: el aumento de una corriente independentista que está dejando en la estacada a los sindicatos sociales, que han dominado, hasta ahora, los distintos ámbitos laborales.
Como si se tratara de unas elecciones reducidas, como una muestra de las elecciones autonómicas, con todas las salvedades, la participación ha sido mayor esta vez, ocho puntos más que en la anterior, hasta llegar al 42,80%. Se trata de movilizar a un colectivo de 81.040 docentes de la enseñanza pública. Pero, ¿dónde votan en mayor número? Las diferencias son grandes: la máxima participación se registró en Lleida, con el 60,6%, y la menor en el Baix Llobregat, con el 35,95%.
Puigdemont, con Toni Comín, y miembros de la Intersindical
El peso de Ustec
Eso es indicativo. Las fuentes consultadas, de los sindicatos de clase, aseguran que se deberá analizar todo en detalle y que no se pueden sacar conclusiones precipitadas. Pero no se elude el contexto político. “Es evidente que puede haber errores, que debamos defender mejor a los trabajadores, pero hay una tendencia política, y se nos acusa de las dos cosas, de apoyar el proceso y también de desconectarnos del independentismo”, señalan fuentes de CCOO.
Ustec mantiene el peso en la docencia. Su posición es determinante, y por ello el reciente acuerdo institucional sobre la segregación escolar no se puede considerar que tenga solidez, al no contar con la firma de este sindicato. En las elecciones ha pasado de 151 a 162 delegados. Ramon Font, su portavoz, señala que “los resultados representan una evaluación positiva del trabajo realizado en los últimos años”, y no esconde que “esta victoria se ha producido en un contexto difícil, caracterizado por una situación política y social convulsa y con la irrupción de nuevas candidaturas sindicales”, en referencia a Intersindical. Sin embargo, esa competencia no ha perjudicado a Ustec. El gran palo se lo ha llevado CCOO.
Integrantes del sindicato Intersindical
La carta de 'recomendación' de la ANC
Intersindical se ha visto beneficiado por el activismo del independentismo en las últimas semanas. Un día antes de las elecciones, el 11 de marzo, la ANC distribuyó cartas pidiendo que los docentes apoyaran a los sindicatos “propios”, en perjuicio de CCOO o la UGT. Las entidades independentistas consideran como cercanos o suyos a la Ustec y a Intersindical. En el caso de la Ustec se trata de sindicalistas con experiencia, que han defendido medidas en contra de los gobiernos de la Generalitat, orientadas a un mayor gasto público y a una separación clara entre la escuela pública y la concertada. Sin embargo, si comparte con el movimiento una apuesta clara por la independencia de Cataluña.
El sindicato que ha irrumpido con fuerza, al pasar de cero a 47 delegados. Está cerca de los 58 de CCOO, que tenía 93. En todas las manifestaciones independentistas ha estado presente, y convocó el último “paro de país” del 21 de febrero. Sólo cuenta con 321 de los casi 50.000 representantes sindicales que hay en Cataluña.
Un sindicato liderado por un exTerra Lliure
CCOO tiene 20.475 y UGT llega hasta los 19.167. Pero ha arrancado con fuerza en distintos sectores, como el de la Función Pública y en Enseñanza.
El resto de sindicatos y la oposición política recrimina a Intersindical que haya surgido al calor del poder político, aunque existe desde hace años. Sólo con el independentismo ha cobrado fuerza, dirigido por su secretario general, Carles Sastre, que militó en Terra Lliure, una organización terrorista. Sastre estuvo implicado en el asesinato del industrial Josep Maria Bultó. Y quedó en libertad en 1996 tras cumplir 11 años de prisión.